La
felicidad no trae buena salud, halla un estudio.
Enfádese
y póngase de mal humor. La infelicidad no le matará.
Un
estudio publicado el pasado mes de diciembe en la revista The
Lancet, haciendo un seguimiento de un millón de mujeres
de mediana edad en Gran Bretaña durante 10 años,
considera que la opinión generalizada de que la felicidad
aumenta la salud y la longevidad es infundada.
"La
felicidad y todo lo relacionado con el bienestar no parece tener
ningún efecto directo sobre la mortalidad," concluyeron
los investigadores.
"Buenas
noticias para el gruñón y el malhumorado"
afirmación que es una forma de interpretar los hallazgos,
indica Sir Richard Peto, autor del estudio y profesor de estadística
médica y epidemiología en la Universidad de Oxford.
Sir
Richard y sus colegas decidieron estudiar el tema porque hay
una creencia generalizada de que el estrés y la infelicidad
causa enfermedades.
Tales
creencias pueden alimentar una tendencia a culpar a los enfermos
por traerse las dolencias a sí mismos al ser negativos.
"Creer
cosas que no son ciertas, no es una buena idea", dijo el
profesor Peto en una entrevista. "Hay suficientes historias
de miedo acerca de la salud."
El
nuevo estudio dice que investigaciones anteriores confunden
causa y efecto, lo que sugiere que la infelicidad hace que la
gente enferme cuando en realidad es al revés.
Los
resultados provienen del llamado "Estudio de Un Millón
de Mujeres, que reclutó a mujeres de entre 50 y 69 años
a partir de 1996 y hasta el 2001, y las siguió con cuestionarios
y registros oficiales de muertes y hospitalizaciones.
Los cuestionarios preguntaron con que frecuencia las mujeres
se sentían felices, en control, relajadas y estresadas,
y también les instruyó para evaluar sus dolencias
de salud y enumerar enfermedades, como presión arterial
alta, diabetes, asma, artritis y depresión o ansiedad.
Los investigadores incluyeron preguntas sobre la felicidad "porque
es algo que a mucha gente le interesa," dijo el profesor
Peto.
Cuando
se analizaron estadísticamente las respuestas, la infelicidad
y el estrés no se asociaron con un mayor riesgo de muerte.
No está claro si los resultados se aplican a los hombres.
El
profesor Peto mencionó que datos particularmente importantes
fueron suminstrados por 500.000 mujeres las cuales informaron
en sus cuestionarios de referencia que se encontraban en buen
estado de salud, sin antecedentes de enfermedades del corazón,
cáncer, derrame cerebral o enfisema.
Una
"minoria sustancial" de estas mujeres sanas dijo que
estaban estresadas y/o eran infelices, pero en la próxima
década no fueron más propensas a morir que las
mujeres que eran generalmente felices.
"Este
hallazgo refuta los grandes efectos de la infelicidad y el estrés
sobre la mortalidad que otros han afirmado," dijo el doctor
Peto.
La
infelicidad en sí no puede afectar a la salud directamente,
pero puede hacer daño de otras maneras, por llevar a
la gente al suicidio, al alcoholismo u otros comportamientos
peligrosos, advirtió.
Este
tipo de estudio, que depende de las autoevaluaciones de los
participantes, no se considera tan fiable como un experimento
rigurosamente diseñado en el que los sujetos son elegidos
al azar y se asignan a un grupo de tratamiento o control. Sin
embargo, el gran número de personas en este estudio le
da validez.
Algunos
observadores señalaron que la medición de las
emociones es más matizada y compleja que simplemente
declarar felicidad o infelicidad.
Un
editorial que acompaña al estudio en The Lancet señaló
que la investigación tenía "la población
más grande hasta el momento sobre estudios de felicidad",
y elogió sus métodos estadísticos. Pero
también dijo que se necesita más investigación.
El
profesor Peto dijo que dudaba que el nuevo estudio pudiera cambiar
muchas mentes, porque las creencias acerca de los peligros de
la infelicidad son algo arraigado.
"La gente todavía se cree que el estrés causa
ataques al corazón".