¿Qué características distinguen un lunar benigno de uno maligno?
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Al observar los lunares, los profesionales médicos suelen utilizar la guía ABCDE para distinguir entre lunares benignos y potencialmente malignos (cancerosos). Esto es lo que significa cada letra:
Asimetría: los lunares benignos suelen ser simétricos, lo que significa que si trazas una línea en el medio, ambas mitades coincidirán. Los lunares malignos, como los melanomas, suelen ser asimétricos.
Borde: Los bordes de los lunares benignos suelen ser lisos y uniformes. Los lunares malignos pueden tener bordes desiguales con bordes festoneados o con muescas.
Color: Los lunares benignos suelen tener un solo tono de marrón. Los lunares malignos pueden contener diferentes tonos de marrón, tostado o negro y, en ocasiones, pueden volverse rojos, blancos o azules.
Diámetro: Los lunares benignos generalmente tienen un diámetro menor. Los lunares malignos pueden ser más grandes que el tamaño de la goma de un lápiz, aunque a veces pueden ser más pequeños cuando se detectan por primera vez.
Evolución: los lunares benignos suelen tener el mismo aspecto con el tiempo. Los lunares malignos pueden cambiar de tamaño, forma, color o altura y pueden comenzar a sangrar, picar o formar costras.
Es importante controlar los lunares para detectar cualquier cambio y consultar a un profesional de la salud si se nota algún cambio. Sólo un proveedor de atención médica puede diagnosticar un lunar como benigno o maligno, a menudo después de realizar una biopsia para examinar las células bajo un microscopio.