¿Cuáles son los últimos avances en la tecnología de citocinas?
Los avances recientes en la tecnología de citocinas se han centrado en comprender y manipular las interacciones entre citocinas y receptores, diseñar citocinas con fines terapéuticos y desarrollar biosensores para la elaboración de perfiles de citocinas.
Un avance significativo es la ingeniería de citocinas para modular la afinidad, la potencia y la especificidad de las células diana. Esto se ha logrado manipulando las interacciones extracelulares de las citoquinas helicoidales con sus receptores, que regulan la función inmune y otros aspectos de la fisiología de los mamíferos. El ensamblaje del complejo citocina-receptor activa las Janus quinasas (JAK), que a su vez fosforilan y activan transductores de señales y activadores de la transcripción (STAT). Al comprender los principios estructurales de las interacciones entre citocinas y receptores, los investigadores han podido crear citocinas modificadas con especificidades reducidas de las células diana, que pueden servir como agonistas y antagonistas. Estas citocinas diseñadas han abierto nuevas oportunidades para los fármacos, particularmente en el ámbito de los inmunoterapéuticos como el interferón, la interleucina-2 y la interleucina-4.
Otra área de progreso es el desarrollo de fusiones de citocinas y anticuerpos, que son nuevos productos biofarmacéuticos que aumentan el índice terapéutico de las cargas útiles de citocinas. Estas fusiones combinan un anticuerpo específico para marcadores accesibles con cargas útiles terapéuticas, incluidas citocinas, para aumentar drásticamente el índice terapéutico de la carga útil de citocinas. El bloqueo de citocinas y sus receptores basado en anticuerpos también se ha estudiado y utilizado ampliamente para tratar enfermedades inflamatorias crónicas como la artritis reumatoide (AR), la enfermedad inflamatoria intestinal (EII) y la psoriasis.
Los biosensores electroquímicos para la elaboración de perfiles de citoquinas representan otro desarrollo innovador. Estos biosensores son tecnologías confiables, fáciles de usar, fáciles de fabricar, rentables y versátiles que pueden producir resultados en un corto período de tiempo, lo que los hace prometedores para las pruebas clínicas de rutina. El perfil de citoquinas puede proporcionar información valiosa para diagnosticar enfermedades, monitorear la progresión y evaluar la eficacia de los regímenes inmunoterapéuticos.
En el contexto de la inmunoterapia contra el cáncer, la citocina IL-15 se ha convertido en una de las principales candidatas terapéuticas debido a su promoción de respuestas inmunitarias antitumorales con efectos limitados fuera del objetivo. Los superagonistas de IL-15, que son proteínas de fusión que acoplan IL-15 a una forma soluble de IL-15Rα y un dominio Fc de anticuerpo, se han desarrollado para mejorar la potencia y extender la vida media sérica. Estos superagonistas han demostrado una mayor actividad y eficacia terapéutica en comparación con la IL-15 soluble en modelos tumorales preclínicos y actualmente se encuentran en ensayos clínicos.
Por último, el uso de nanopartículas para encapsular citoquinas se ha mostrado prometedor como terapéutico para el tratamiento del cáncer y enfermedades infecciosas y como medio para aumentar la eficacia de las vacunas. Estas nanopartículas pueden estabilizar la actividad de las citocinas y aumentar su solubilidad en fluidos biológicos, lo que ofrece una nueva vía para la terapia con citocinas.
Estos avances en la tecnología de citoquinas están allanando el camino para terapias más efectivas y dirigidas para una variedad de enfermedades, particularmente aquellas que afectan al sistema inmunológico.
