Respuesta
a su pregunta de salud
Título
: Diagnóstico y tratamiento de la enfermedad pélvica inflamatoria.
Pregunta
(formulada el 18 de Noviembre del 2012):
¿Cómo
se diagnostica la enfermedad pélvica inflamatoria?
¿Cuál
es el tratamiento para la enfermedad pélvica inflamatoria?
Respuesta:
Muchas
gracias por su pregunta.
La enfermedad pélvica inflamatoria
(EPI) o enfermedad inflamatoria pélvica (EIP) es difícil
de diagnosticar porque los síntomas son a menudo sutiles
y leves.
Muchos
episodios de EPI o enfermedad pélvica inflamatoria no son detectados
porque la mujer o su proveedor de atención médica no reconocen
las implicaciones de síntomas
leves o inespecíficos.
Debido
a que no existen pruebas precisas para la EPI, el diagnóstico
generalmente se basa en hallazgos clínicos.
Si se presentan
síntomas como dolor abdominal inferior, un médico debe
realizar un examen físico para determinar la naturaleza y la
precisa ubicación del dolor, comprobar la fiebre, secreción
vaginal o cervical anormal y para buscar evidencia de infección
por clamidia o gonorrea.
Si los
hallazgos sugieren EPI, el tratamiento es necesario.
El médico
también puede ordenar exámenes para identificar el organismo
causante de la infección (por ejemplo, por clamidia o gonorrea)
o distinguir entre EPI y otros problemas con síntomas similares.
Una ecografía
pélvica es un útil procedimiento para el diagnóstico
de EPI. Un ultrasonido puede ver el área de la pelvis para ver
si se agrandan las trompas de Falopio o si existe un absceso.
En algunos
casos, una laparoscopia puede ser necesaria para confirmar el diagnóstico.
Una laparoscopia
es un procedimiento quirúrgico en el que un tubo delgado y rígido
con un extremo de luz y cámara (laparoscopio) se inserta a través
de una incisión pequeña en el abdomen.
Este procedimiento
permite al médico ver los órganos pélvicos internos
y tomar muestras para estudios de laboratorio, si es necesario.
Tratamiento
de la enfermedad inflamatoria pélvica o la enfermedad pélvica
inflamatoria.
La enfermedad
inflamatoria pélvica se puede curar con varios tipos de antibióticos.
Sin embargo,
el tratamiento con antibióticos no revierte el daño que
se haya producido en los órganos reproductivos.
Si una mujer tiene dolor pélvico y otros síntomas de enfermedad
pélvica inflamatoria, es crítico que busque atención
inmediatamente.
El tratamiento
antibiótico oportuno puede evitar graves daños a los órganos
reproductivos.
Cuanto
más se retrase el tratamiento para la EPI, más probable
es ser infértil o tener un futuro embarazo ectópico debido
al daño causado en las trompas de Falopio.
Debido
a la dificultad en la identificación de organismos infectando
los órganos reproductores internos y porque más de un
organismo puede ser responsable de un episodio de EPI, la enfermedad
es generalmente tratada con al menos dos antibióticos eficaces
contra una amplia gama de agentes infecciosos.
Se pueden
administrar estos antibióticos por vía oral o por inyección.
Los síntomas pueden desaparecer antes de que la infección
esté curada.
Incluso
si los síntomas desaparecen, se debe de acabar consumiendo toda
la medicina prescrita.
Esto ayudará
a prevenir que la infección vuelva.
Una mujer
en tratamiento para la EIP debe ser reevaluada por su proveedor de atención
médica tres días después de comenzar el tratamiento
para asegurarse de que los antibióticos están trabajando
en curar la infección.
Además
la pareja sexual de la mujer debe de ser tratada para disminuir el riesgo
de reinfección, incluso si la pareja no tiene síntomas.
Aunque
la pareja sexual no tengan síntoma alguno, todavía puede
estar infectado con los organismos que causan la enfermedad inflamatoria
pélvica.
La hospitalización
para tratar EIP se puede recomendar si la mujer(1) está gravemente
enferma (p. ej., náuseas, vómitos y fiebre alta); (2)
está embarazada; (3) no responde a o no puede tomar antibióticos
orales y necesita medicación intravenosa; (4) tiene un absceso
en la trompa de Falopio o en el ovario (absceso tubo ovárico
); (5) necesita ser controlada para asegurarse de que sus síntomas
no son debidos a otras condiciones que requieren cirugía de emergencia
(por ejemplo, apendicitis).
Si los
síntomas persisten o si un absceso no desaparece, la cirugía
puede ser necesaria.
Complicaciones
de EIP, como dolor pélvico crónico y cicatrices son difíciles
de tratar, pero a veces mejoran con la cirugía.