Respuesta
a su pregunta de salud
Título
: Deporte y desgaste del cartílago.
Pregunta
(formulada el 1 de Febrero del 2012):
¿Puedo
hacer deporte teniendo desgaste del cartílago?
Muchas
gracias
Juan
José
Respuesta:
Estimado
Juan José,
Basándose
en la naturaleza de "uso y desgaste" de la artrosis u osteoartritis,
la creencia común es que el ejercicio no fortalecerá
el cartílago de las articulaciones pudiendo incluso agravar la
pérdida de cartílago.
Hasta hace
poco, los investigadores fueron incapaces de poner esa creencia a prueba.
Las radiografías,
la forma estándar de medir la progresión de la OA, hacía
imposible evaluar el cartílago antes de que se produjera un severo
daño de este. Los avances en resonancia magnética hacen
posible actualmente estudiar los cambios del cartílago en los
inicios de la artrosis.
Dos investigadores
suecos, los doctores Leif Dahlberg, y Ewa M. Roos, han utilizado
una técnica novedosa de resonancia magnética para determinar
el impacto del ejercicio moderado en el cartílago de la rodilla
de personas con alto riesgo de desarrollar artrosis u osteoartritis
después de operaciones quirúrgicas por desgarro de menisco
degenerativo.
En noviembre del
2005 en la revista Arthritis & Rheumatism dichos doctores publicaron
su estudio en el cual apoyaban el valor terapéutico del ejercicio
para pacientes con osteoartritis u artrosis, para mejorar no sólo
los síntomas de las articulaciones y la función, sino
también la calidad de cartílago de la rodilla.
La técnica
utilizada se centraba específicamente en el contenido del
cartílago de glicosaminoglicanos (GAG), un componente clave
de la fuerza y la elasticidad del cartílago.
Las medidas por
resonancia magnética del contenido de glicosaminoglicanos o GAG
mostraron una fuerte correlación con el aumento del entrenamiento
físico de las personas que habían participado con regularidad
en ejercicio moderado y supervisado.
Según el
Dr. Dahlberg el estudio mostraba cambios en la composición del
cartílago articular en adultos como resultado de un aumento
del ejercicio, lo que confirmaba las observaciones realizadas en
estudios previos en animales pero que no se había demostrado
anteriormente en seres humanos.
Los cambios implican
que el cartílago humano responde a la carga fisiológica
de una manera similar a la exhibida por el músculo y el hueso,
y que los previamente establecidos efectos positivos sintomáticos
del ejercicio en pacientes con osteoartritis u artrosis pueden ocurrir
en paralelo o incluso estar causados por la mejora del cartílago.
Los Dres. Dahlberg
y Roos reconocen que el estudio tiene sus limitaciones - el pequeño
tamaño de la muestra y el estrecho enfoque en la articulación
de rodillas meniscectomizada - y que no hace ninguna predicción
de los efectos a largo plazo del ejercicio en el cartílago.
La conclusión,
sin embargo, sigue siendo digna de consideración: "El ejercicio
puede tener importantes implicaciones en la prevención
de la enfermedad en pacientes en riesgo de desarrollar osteoartritis
de rodilla".