Geriatras
e investigadores han advertido durante años sobre los peligros
potenciales de la polifarmacia, la cual se define por lo general como
la toma de cinco o más medicamentos al mismo tiempo.
Sin embargo,
sigue aumentando en todos los grupos de edad, alcanzando niveles inquietantemente
altos entre los adultos mayores.
Pero las
personas mayores no toman sólo medicamentos recetados. Un artículo
publicado en JAMA Internal Medicine, utilizando una encuesta nacional
longitudinal de personas de 62 a 85 años, puede haber revelado
una imagen más completa.
Más
de un tercio toman al menos cinco medicamentos recetados, y casi dos
tercios usan suplementos dietéticos, incluyendo hierbas y vitaminas.
Casi el 40 por ciento tomó medicamentos de venta libre sin receta.
No todos
están en peligro por la polifarmacia, por supuesto. Pero algunos
de esos productos, incluso los que parecen naturales y están
disponibles en tiendas de alimentos saludables, interactúan con
otros y pueden causar efectos secundarios peligrosos.
¿Con
qué frecuencia ocurre esto? Los investigadores, al analizar los
fármacos y los suplementos tomados, calcularon que más
del 8 por ciento de los adultos mayores en el 2005 y en el 2006 estaban
en riesgo de una interacción farmacológica importante.
Cinco años más tarde, la proporción superó
el 15 por ciento.
"No
estamos prestando atención a las interacciones y la seguridad
de los medicamentos múltiples", indica Dima Qato, autora
principal del artículo de Medicina Interna de JAMA, y farmacéutica
y epidemióloga en la Universidad de Illinois en Chicago. "Este
es un importante problema de salud pública". Se sorprendió
al descubrir, por ejemplo, que el uso de suplementos de aceite de pescado
omega-3 se había cuadruplicado en cinco años. Su investigación
sugiere que casi uno de cada cinco adultos mayores los toma ahora.
Los usuarios
probablemente creen que el aceite de pescado ayuda a sus corazones.
Pero la Dra. Qato señaló que las cápsulas de aceite
de pescado carecen de regulación y evidencia de efectividad,
y pueden causar hemorragias en pacientes que toman anticoagulantes como
la warfarina (nombre de marca: Coumadin).
Algunas
combinaciones comunes que surgieron en el estudio y podrían significar
problemas son: la aspirina y el fármaco anticoagulante clopidogrel
(Plavix), ambos anticoagulantes que juntos aumentan el riesgo de hemorragias
con su consumo a largo plazo; Aspirina y naproxeno (Aleve), fármacos
de venta libre que cuando se combinan pueden causar sangrado o hemorragia,
ulceración o perforación del revestimiento del estómago.
La Dra.
Qato recordó haber revisado los medicamentos de un hombre de
67 años que tomaba tanto el fármaco para el colesterol
simvastatina (Zocor) como el medicamento para la presión sanguínea
amlodipina (Norvasc), la combinación más común
de fármacos interactuantes que surgieron en su estudio.
Las estatinas,
junto con sus propiedades reductoras del colesterol, pueden causar dolor
muscular y debilidad; Norvasc aumenta ese riesgo. Un medicamento diferente
para la presión arterial - hay muchas alternativas - sería
una opción más segura, indica la Dra. Qato.
Sin embargo,
casi el 4 por ciento de los adultos mayores en su estudio tomaba ambos
fármacos.
Por otra
parte, aunque su paciente no estaba experimentando problemas, también
estaba tomando ajo y suplementos de omega-3, que pueden interactuar
con los medicamentos recetados.
Un estudio reciente en JAMA Internal Medicine, sin embargo, encontró
que más del 42 por ciento de los adultos no le dice a sus médicos
de atención primaria sobre los medicamentos y complementos alternativos
más comúnmente utilizados por ellos, incluyendo una cuarta
parte de ellos, quienes más confiaban en hierbas y suplementos.
En algunos
casos, los médicos habían desalentado previamente al paciente
de las terapias alternativas, y en otros casos los pacientes pensaban
que los médicos lo harían.
El sistema
no está orientado a mirar a la persona como un todo, para ver
como encajan los patrones.
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