Para
aprender acerca de la obesidad, los investigadores recurren
ahora a los osos pardos
En
la Universidad del estado de Washington, los investigadores
utilizan osos en lugar de ratones, para lo cual emplean
algunas precauciones de seguridad como por ejemplo cercas electrificadas
y enterradas profundamente bajo tierra para que los osos no
pueden desenterrarlas y jaulas de acero para examinarlos y anestesiarlos
cuando los científicos necesitan tomar muestras de tejido.
Cuando
el doctor Kevin Corbit se acerca a su laboratorio a saludar
al paciente que esta estudiando, no estrecha una mano si no
estrecha una garra
El
Dr. Corbit, científico de la empresa farmacéutica
Amgen Inc., está llevando a cabo una investigación
sobre los osos pardos. Cree que los conocimientos obtenidos
de estos animales, animales que puden llegar a ingerir 58.000
calorías en un día y a pesar 500 kilos,pueden
reformular la concepción de la obesidad e identificar
nuevos tratamientos para una condición que ha obstaculizado
a médicos y a laboratorios farmacéuticos.
El
ursus arctos horribilis u oso grizzly ,una de las subespecies
del oso pardo (ursus arctos) más grandes que
existen no
es el típico raton de laboratorio.
Un
oso grizzly puede levantar un pesado tronco de árbol
con una pata. Estos osos, en estado salvaje, ganan duelos con
los lobos y los pumas. Son lo suficientemente potentes como
para destrozar las paredes de un granero e incluso aplastar
un coche. Además, a diferencia de los ratones de laboratorio
los osos gruñen.
Pero
los osos saben varias cosas acerca de la ganancia de peso, y
eso les hace parecerse más a los humanos que los ratones
cuyos genes son manipulados para que sean obesos.
En
las semanas previas a la hibernación, los osos empacan
las suficientes manzanas, bayas y salmones para colocar más
de 50 kilos de bajo su pelaje marrón. Su colesterol malo
y su presión arterial suben en picado.
Pero
a diferencia de los seres humanos, su salud no sufre. Las arterias
de los osos no se obstruyen por el atracón de comida
, estos animales no tienen ataques al corazón y no se
convierten en diabéticos.
¿Por
qué los osos pueden engordar sin enfermarse? La empresa
de biotecnología Amgen está tratando de responder
a esa pregunta, con la esperanza de ayudar a los seres humanos
que sufren de enfermedades cardíacas y diabetes.
Estudios
de la grasa y de la sangre sugieren que los osos responden al
aumento excesivo de peso de manera diferente a muchos humanos.
Los
osos parece ser que regulan su sensibilidad a la insulina, la
hormona que controla la cantidad de grasa y azúcares
en los alimentos que se descompone y se almacenan como energía.
Los
osos son más sensibles a la insulina cuando aumentan
la ingesta de alimentos y aumentan de peso para la hibernación.
Cuando inician dicha hibernación, un par de semanas más
tarde, los osos bloquean su capacidad de respuesta a la insulina
en su totalidad.
Durante
los próximos dos años el proyecto que dirige el
Dr. Corbit planea explorar como se produce ese bloqueo de respuesta
a la insulina para lo cual utilizará la secuenciación
del genoma de los osos.