¿Por
qué inclinar la cabeza hacia atrás es la manera
equivocada de contener el flujo de sangre que sale por la nariz?
Siempre es un momento de inquietud, cuando lo que se siente
como un estornudo de repente se convierte en sangre fluyendo
por la nariz.
El
sangrado nasal puede ser un azote de los meses de invierno,
cuando el clima frío y seco pone tensión extra
en las sensibles fosas nasales.
"La
nariz trabaja más duramente el invierno," dice Bradley
Marple, profesor de Otorrinolaringología en el Medical
Center de la Universidad de Texas Southwestern en Dallas y un
experto en Rinología, o el estudio de la nariz.
No
solo los tejidos nasales secos son más propensos a la
ruptura y sangrado , sino que el hablar graznido y la congestión
del frío invernal y la gripe también pueden hacerlos
quebrar.
"La
nariz es muy delicada y no maneja muy bien el trauma,"
dice el Dr. Marple.
Su
opinión sobre como prevenir o limitar las hemorragias
nasales es la siguiente:
1-Manteniendo
la nariz húmeda, pero evitando geles derivados del petróleo
como la vaselina, que llevan el riesgo de ser inhalados. En
lugar de la vaselina, buscar un gel a base de agua o un aerosol
de solución salina.
2-Tomar
duchas calientes y humeante y mantener los espacios bien humidificados
también puede aliviar el estrés en las fosas nasales.
Pero hay que tener en cuenta que es muy difícil elevar
la humedad a un nivel óptimo en una habitación
y habria el riesgo de que saliera moho en el humidificador.
Cuando
se produce un resfriado debemos limpiarnos la nariz suavemente
y no de manera agresiva.
¿Cuál
es la mejor manera de contener el flujo de sangre una vez ha
empezado?
Inclinar
la cabeza hacia atrás suele ser el consejo más
común, pero es realmente una mala idea, dice el Dr. Marple.
Puede llevar a la ingestión de sangre, lo cual provoca
vómitos (incluso si se ingiere en pequeñas cantidades)
y, en casos raros, al respirar llevar sangre hacia los
pulmones. Solo porque la sangre no sea visible (ya que está
fluyendo hacia abajo de la tráquea) no significa que
el problema se haya sido resuelto.
Una
mejor manera, sugiere el Dr. Marple, es inclinar la cabeza hacia
adelante y apretar la nariz entre la parte superior y su extremo,
en el punto donde acaba el hueso y comienza el cartílago.
Mantenga la posición durante cinco minutos para darle
tiempo a la sangre a que se coagule.
Antes de presionar la nariz, trate suavemente de expulsar cualquier
coágulo.
De cualquier
manera, la posición es menos importante que la presión
y la duración manteniendo la nariz apretada.
Nunca ponga
nada dentro de la nariz, las bolas de algodón podrían
ayudar, pero también podrían quedar atrapadas
en los conductos nasales.
Cualquier
cosa que penetra en la nariz puede irritar los tejidos sensibles
o crear una obstrucción, lo cual puede conducir a hemorragias
nasales y más en quienes las sufren frecuentemente.
Las hemorragias
nasales son casi siempre acontecimientos benignos, pero vale
la pena consultar a un médico si el sangrado no se detiene
después de dos sesiones de cinco minutos inclinando la
cabeza hacia adelante y aplicando presión. También
se debe consultar a un médico si las hemorragias nasales
se producen más de dos veces al mes.
Esto es
porque, en casos raros, el sangrado nasal puede ser un signo
de un problema más serio, como hipertensión arterial,
un tumor o una enfermedad genética. Son especialmente
problemáticas el tipo inusual de hemorragias nasales
que se originan en la parte posterior de la nariz.