¿Por qué el dolor crónico duele más a
algunas personas que a otras?
¿Por
qué el dolor de un mismo tipo de lesión en algunas personas
persiste y en otras no?
Noviembre
2013 | Boletin
Mensual de Salud
La
genética y los factores biológicos basados en el cerebro
son la última frontera de la investigación sobre el
dolor crónico, junto con rasgos de personalidad, estrategias
de afrontamiento y experiencias de la vida.
La pregunta, ¿por qué el dolor crónico duele
más a algunas personas que a otras? es un enigma que los investigadores
han estado tratando de resolver durante décadas.
Fuentes
comunes del dolor crónico son:
Migraña
y otros dolores de cabeza graves
Artritis y otros dolores articulares
Endometriosis
Síndrome de intestino irritable
Trauma o dolor postquirúrgico
Dolor de espalda
Herpes
Enfermedad de células falciformes
Enfermedad cardíaca (angina)
Cáncer
Accidente cerebrovascular
Diabetes
A menudo
no se identifica la causa inicial del dolor. Pero para expertos en dolor
el misterio más grande es por que el dolor persiste en algunos
pacientes, y qué combinación de factores biológicos,
psicológicos y sociales contribuyen a ello.
Un nuevo
estudio publicado en septiembre por los científicos de la Northwestern
Medical School pretende averiguar como los cerebros de las personas
que sufren dolor crónico difieren de las que solo experimentan
dolor temporal después de una lesión de espalda.
Estos hallazgos
pueden ser útiles en la distinción de aquellas personas
que necesitan tratamiento adicional de aquellas cuyo dolor puede desaparecer
por si solo. El estudio también puede ayudar a encontrar una
manera de evitar que el dolor sea persistente.
En otro
nuevo estudio publicado en la revista Pain hace unos días los
investigadores se centraron en la materia blanca del cerebro, que se
compone de axones que transmiten mensajes a y desde diferentes partes.
Esta hoja
de ruta es el circuito a través del cual el cuerpo y el cerebro
comunican sobre el dolor.
Los científicos
encontraron distintas anomalías en la hoja de ruta de los participantes
que terminaron desarrollando el dolor crónico durante un período
de un año. Con un 80% a 100% de exactitud pronosticaba que individuos
desarrollaban dolor, sorprendentemente un fuerte predictor.
No está
claro exactamente el por que las anormalidades pueden permitir o causar
dolor crónico, pero los axones en la sustancia blanca (o materia
blanca) del cerebro están recubiertos por una vaina de mielina
y la mielina y los axones aparecen distorsionados en comparación
con los axones típicos.
Más
allá del cerebro, la genética, la personalidad, el estado
emocional y la manera de afrontar el dolor han sido relacionados a la
severidad del dolor y al dolor crónico.
Alguna
evidencia sugiere que aquellos que buscan menos riesgo y están
más temerosos del dolor son más propensos a experimentar
dolor de manera más fuerte.
Eso puede
ser debido a la mayor activación de la amígdala, según
Rupert Conrad, jefe de investigación en el Departamento de Medicina
Psicosomática y Psicoterapia en la Universidad de Bonn en Alemania.
Elliot
Krane, director del Programa de Gestión del Dolor pediátrico
en el hospital infantil Lucile Packard en Stanford University, dice
que hay "indiscutiblemente" intrínsecas diferencias
en la sensibilidad de la gente al dolor. Pero factores psicológicos
marcan también la diferencia. Individuos de alta ansiedad pueden
exacerbar su dolor.
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