Una
manera de prevenir el cáncer colorrectal.
Noviembre
2012 | Boletin
Mensual de Salud
Reconociendo
el desagrado de los pacientes con las colonoscopias, más sistemas
de salud están ofreciendo una opción más simple.
La
colonoscopia se recomienda ampliamente una vez que las personas
adultas alcanzan los 50 años, sin embargo, más de un
tercio de las personas que han pasado esa edad no se someten al procedimiento.
No es sorprendente,
ya que es un procedimiento que resulta invasivo, desagradable e inconveniente,
según diferentes estudios.
Actualmente
un número cada vez mayor de sistemas de salud están ofreciendo
una opción menos onerosa y menos costosa para detectar el cáncer
colorrectal: un kit que se puede utilizar en casa para detectar
sangre en las heces.
Encontrar
sangre en las heces, puede indicar la presencia de crecimientos anormales,
llamados pólipos, los cuales pueden convertirse en cancerosos.
Aunque
el cáncer colorrectal es la segunda causa principal de muerte
por cáncer en los países desarrollados tanto en hombres
como en mujeres, la enfermedad es altamente curable cuando se detecta
en los inicios.
Pruebas
fecales de sangre no son un sustituto de una completa colonoscopia,
la cual es necesaria para extirpar los pólipos, hacer una biopsia
y realizar un diagnóstico definitivo de cáncer, sin embargo,
un estudio publicado en abril en la revista Archivos de Medicina Interna
Interna encontró que las personas son más propensas a
hacerse pruebas de detección para el cáncer colorrectal
cuando su médico recomienda una prueba de heces en lugar de
una colonoscopia.
Las llamadas
pruebas de sangre oculta en heces fecales, que cuestan alrededor
de 5 dólares, por lo general requieren que los pacientes recojan
muestras de heces de tres deposiciones consecutivas con un palillo y
coloquen dichas muestras en tarjetas tratadas químicamente para
análisis de laboratorio. Los pacientes deben evitar haber comido
anteriormente alimentos como las carnes rojas ya que podrían
sesgar los resultados.
Más
proveedores de salud están recurriendo a una nueva prueba conocida
como la prueba inmunoquímica fecal, o FIT, que cuesta
alrededor de 22 dólares, no tiene restricciones en la dieta y
es más fácil de usar (solo se requiere una muestra). Los
estudios también han demostrado que la prueba es más fiable,
más rentable y con muchos menos resultados falsos positivos.
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