Predecir
cuando vamos a enfermar
Noviembre
2012 | Boletin
Mensual de Salud
Nuestros
genes por sí solos no nos dicen todo lo que queremos saber
acerca de cual es el riesgo que tenemos de enfermar.
Sin
embargo, si les añadimos un buen número de otros factores
tales como los biológicos, conductuales y ambientales, tal
vez sea posible predecir con exactitud nuestras fortunas personales
relacionadas salud.
Al
menos eso es lo que opinan Kenneth Brigham y Michael M.E. Johns.
En su libro
"Predicción de la Salud", estos dos fundadores del
Instituto de Predicción de la Salud Emory-Georgia Tech, imaginan
un nuevo mundo de medicina personalizada, en la cual se combina la genómica
con el estudio de cómo las proteínas y otras moléculas
actúan en el cuerpo.
El objetivo
es crear perfiles únicos para cada individuo que no solo descifren
nuestro código genético, sino como digerimos los alimentos,
como reaccionamos a químicos y medicamentos, como regeneramos
el tejido dañado, como respondemos a los invasores y como llevamos
a cabo una miríada de otras funciones esenciales para vivir.
Si bien
ese día todavía puede tener por delante un largo camino
por recorrer, los autores sostienen que ya es posible identificar cuatro
"biomarcadores" que señalan riesgo antes de que
algo malo vaya a pasar en el cuerpo:
Estos cuatro
"biomarcadores" son: la inflamación, la inmunidad,
el estrés oxidativo y la capacidad de regeneración.
Dichos
marcadores, los cuales se pueden encontrar en una muestra de sangre,
asociados con las enfermedades más comunes pueden ser utilizado
para detectar "enfermedades" mucho antes de que cualquier
órgano empiece a causar problemas.
Inflamación:
Una señal de respuesta normal del cuerpo a lesión e infección,
señal que está sobre marcada; está vinculada a
las enfermedades crónicas más comunes.
Inmunidad:
Los anticuerpos producidos por las células inmunes para atacar
invasores tóxicos pueden volverse en contra de los tejidos del
cuerpo y causar "enfermedades autoinmunes".
Estrés
oxidativo: Potentes productos de oxígeno que dirigen los
procesos normales pueden dañar el tejido sano cuando su producción
no está controlada.
Capacidad
de regeneración: Las células madre que reparan las
lesiones inevitables son esenciales para mantener los órganos
funcionando normalmente.
Para estudiar
su tesis Brigham y Johns juntaron a 700 pacientes, la mayoría
empleados de ellos, y les administraron las últimas pruebas biológicas,
incluidas las medidas de grasa corporal, la densidad ósea, la
función circulatoria, la condición física y la
función cerebral.
Recogieron
también una amplia información sobre el entorno de
los pacientes y sus comportamientos, así como lo que comen
y la cantidad de estrés que experimentan.
Después
de compilar los datos en un informe de evaluación de la salud,
el centro desarrollo un plan de acción y adjudico a cada participante
un asesor de salud, cuyo trabajo era básicamente ayudar de manera
regular acerca de la adherencia a los regímenes de dieta, de
ejercicio y médicos.
Los resultados
fueron alentadores, con mejoras notables en muchos de los participantes,
incluyendo la presión arterial, los niveles de azúcar
en sangre y el marcador biológicos de inflamación, una
condición en el cuerpo que se desencadena como defensa ante invasores
extraños como las bacterias, pero a menudo se sale de control
y dañar el cuerpo después de que la amenaza inicial ha
pasado.
Si bien
no está claro si la idea se puede llevar a cabo con un número
importante de personas (el programa fue financiado inicialmente por
fundaciones privadas y la mayoría de los participantes no pagaron),
la idea parece interesante.
Los autores
sostienen que los asesores de salud pueden ser mucho más
baratos que médicos y enfermeras, pudiendo además un asesor
de salud ser capaz de hacer un seguimiento de al menos 100 personas.
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