La pregunta más difícil de un examen:
¿Cuál
es la mejor manera de estudiar?
Noviembre
2011 | Boletin
Mensual de Salud
¿Qué
alimentos son los mejores para comer antes de un examen importante?
¿Cuándo
es el mejor momento para revisar lo más difícil?
Un
número creciente de investigaciones sobre las mejores técnicas
de estudio ofrece algunas respuestas a las preguntas anteriores.
Lo
más importante para tener éxito en una prueba o examen
es auto examinarse uno mismo varias veces antes, lo cual enseña
al cerebro a recuperar y aplicar el conocimiento extraído de
la memoria.
El método
es más eficaz que la lectura repetitiva de un libro de
texto, según indica Jeffrey Karpicke, profesor asistente de ciencias
psicológicas en la Universidad de Purdue en Indiana.
Si un
estudiante se enfrenta por ejemplo a una prueba sobre el sistema digestivo,
practicar explicando cómo funciona el sistema digestivo de principio
a fin, es más útil que estudiar con detalle una lista
de sus partes.
El dormir
y el sueño también juega un papel importante en el
rendimiento ante una prueba o examen, pero de dos maneras diferentes.
Revisar
el contenido de más dificultad justo antes de irse a dormir la
noche antes del examen hace que sea más fácil recordar
dicho contenido posteriormente, indica Dan Taylor, director de un laboratorio
de sueño y de investigación sanitaria en la Universidad
de North Texas en Denton.
Despertarse
el día del examen más temprano de lo habitual para estudiar
podría interferir con la fase del sueño llamada de movimientos
oculares rápidos, la fase que ayuda a memorizar.
Un hábito
común de estudio, el estudiar toda la noche, es una muy mala
idea.
Aunque
el 60% de los estudiantes universitarios se mantienen despiertos toda
la noche en algún momento de su carrera, la práctica está
vinculada a resultados negativos, según indica Pamela Thacher,
profesora asociada de psicología en la Universidad de St. Lawrence
en Canton, NY, basándose en un estudio del 2008 con 120 los estudiantes.
Estudiar
toda una noche también disminuye el razonamiento y la memoria
durante al menos los cuatro días posteriores.
Todo el
mundo sabe que se debe de desayunar bien el día de una prueba
o un examen importante.
El desayuno
ese día debe de ser alto en carbohidratos y en fibra, y alimentos
como la avena son los mejores, según las investigaciones.
Pero lo
que se come la semana anterior también es importante.
Cuando
16 estudiantes universitarios fueron controlados para medir sus niveles
de atención y de velocidad de pensamiento después de ser
alimentados durante cinco días con una dieta alta en grasas,
baja en carbohidratos y basada en carne, huevos y queso, su rendimiento
se redujo considerablemente.
Sin embargo
los estudiantes que consumieron en el mismo estudio una dieta equilibrada
basada en frutas y hortalizas, mantuvieron resultados estables, según
el investigador clínico de la Universidad de Oxford, Cameron
Holloway.
El cerebro
necesita un suministro constante de energía ya que su
batería de reserva es limitada.
Aunque
muchos adolescentes insisten en que estudian mejor mientras escuchan
música, los estudios demuestran lo contrario:
La información
examinada en medio de distracciones es menos probable que se recuerde
más tarde, indica Nicole Dudukovic, profesora asistente de psicología
en el Trinity College, Hartford, Connecticut.
En su investigación,
un grupo de estudiantes universitarios categorizaron e hicieron juicios
acerca de imágenes sobre más de 100 temas. Posteriormente
se les mostro una mezcla de imágenes y se les pidió que
recordaran cuáles ya habían visto y cómo las habían
clasificado, se les pidió también escuchar y responder
a una serie de sonidos rítmicos.
Cuando
los estudiantes fueron examinados más tarde, era más probable
que recordaran correctamente lo que había visto cuanto no tuvieron
distracciones.
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