Siéntese menos, vivirá más tiempo.
Octubre
2014 | Boletin
Mensual de Salud
Si
necesitamos motivación para levantarmos de las sillas de oficina
o de los sofás y volvernos menos sedentarios, dos nuevos útiles
estudios podrían ayudarnos. Uno encontró que sentarse
lo menos posible puede ralentizar el proceso de envejecimiento en
las células, y el otro servicialmente subraya que estar de
pie - incluso si usted todavía está de pie - puede ser
bueno para su salud.
Para la
mayoría de nosotros hoy en día, estar sentado es la actividad
más común, haciéndolo ocho horas o más todos
los días. Incluso las personas que hacen ejercicio durante una
hora o más tienden a pasar la mayor parte de las horas restantes
del día en una silla.
Las consecuencias
para la salud de este sedentarismo están bien documentadas. Estudios
anteriores han encontrado que mientras más horas las personas
pasan sentadas, más probabilidades hay de que desarrollen diabetes,
enfermedades cardíacas y otras condiciones, y posiblemente mueran
prematuramente - incluso si hacen ejercicio con regularidad.
Pero la
mayoría de estos estudios fueron asociativos, lo que significa
que encontraron una relación entre estar sentado y la enfermedad,
pero no pudieron demostrar como realmente estar sentado es causa de
mala salud.
En el más
vanguardista de los nuevos estudios, el que se publicó este mes
en la revista British Journal of Sports Medicine, científicos
en Suecia decidieron montar un experimento real, en el que alteraron
la cantidad de tiempo en que los participantes en la investigacion pasaban
haciendo ejercicio y estando sentados, con un seguimiento de ciertos
resultados fisiológicos. En particular, con este experimento,
los científicos estaban interesados en si los cambios en el tiempo
sedentario afectarían los telómeros de las personas.
Si no está
familiarizado con el mecanismos de sus genes, los telómeros son
los diminutos tapones en los extremos de las cadenas de ADN. Ellos se
acortan y se desgastan a medida que las células envejecen , aunque
el proceso no es estrictamente cronológico.
La obesidad,
la enfermedad y otras condiciones pueden acelerar el acortamiento, provocando
que las células envejezcan prematuramente, mientras que algunas
evidencias sugieren que los estilos de vida saludables pueden mantener
la longitud de los telómeros, lo cual retrasa el envejecimiento
celular.
Para el
nuevo experimento, los científicos suecos reclutaron a un grupo
de hombres y mujeres con sobrepeso y sedentarios, todos de 68 años,
y les sacaron sangre, con el fin de medir la longitud de sus telómeros
en los glóbulos blancos .
Después
a la mitad de los voluntarios comenzó un programa individualizado
de ejercicio moderado, diseñado para mejorar su salud general.
También se les aconsejó sentarse menos.
A la otra
mitad de voluntarios se les dijo que continuaran con su vida normal,
aunque los científicos les instaron a tratar de bajar de peso
y estar sanos, sin ofrecer ningún método específico.
Después
de seis meses, los voluntarios regresaron todos para una segunda extracción
de sangre y para completar los cuestionarios sobre sus actividades diarias.
Estos cuestionarios mostraron que aquellos en el grupo que realizó
ejercicio hicieron, como es lógico, más ejercicio de lo
que habían hecho antes. Pero también , en su mayor parte,
se habían sentado sustancialmente menos que antes.
Y cuando
los científicos compararon los telómeros, encontraron
que los telómeros de los voluntarios que se habían sentado
menos que antes se habían alargado. Sus células parecían
estar creciendo fisiológicamente más jóvenes.
Mientras
tanto, los telómeros del grupo de control en general fueron más
cortos de lo que habían sido seis meses antes.
Pero quizás
lo más interesante, hubo poca correlación entre el ejercicio
y la longitud del telómero. De hecho, los voluntarios del grupo
de ejercicio que habían realizado más ejercicio durante
los últimos seis meses tendían ahora a tener un poco menos
alargamiento e incluso algo de acortaiento en los telómero ,
en comparación con los que habían realizado menos ejercido,
pero habian permanecido más tiempo de pie.
Los científicos
llegaron a la conclusión de que reducir tiempo sedentario había
alargados telómeros, pero el ejercicio había jugado un
papel muy pequeño.
Per Sjögren,
profesor de Salud Pública en la Universidad de Uppsala en Suecia,
quien dirigió el estudio indicó que exactamente es imposible
decir con precisión lo que los voluntarios hicieron en lugar
de estar sentados , debido a que los investigadores no rastrearon los
patrones de movimiento de los voluntarios con los monitores. Sin embargo,
"lo más probable", dijo, es que "el tiempo sentado
fue reemplazado principalmente con actividades de baja intensidad",
y, en particular, con tiempo pasado de pie.
Esto hace
que el segundo nuevo estudio sobre la conducta sedentaria sea particularmente
relevante. Estar pie no es, después de todo, físicamente
exigente para la mayoría de la personas, y algunos científicos
se han preguntado si simplemente estar de pie - sin moverse y ni caminar
- es lo suficientemente saludable y si estar de pie simplemente reemplaza
un tipo de sedentarismo por otro.
Si fuera
así, estar de pie pudiera aumentar también los problemas
de salud y provocar muerte prematura, como se ha demostrado con el estar
sentado.
Para saber
si esto último puede ser cierto, Peter Katzmarzyk, profesor de
Salud Pública en el Centro de Investigación Biomédica
Pennington en Baton Rouge, Louisiana, y un experto en conducta sedentaria,
se recurrió a una gran base de datos de información proporcionada
por adultos canadienses acerca de su actividad física
El doctor
Katzmarzyk apuntó la cantidad de tiempo que los hombres y las
mujeres habían informado estar de pie la mayoría de los
días en el transcurso de una década y cruzó los
datos con los registros de defunción, para ver si las personas
que estuvieron más tiempo de pie murieron más jovenes.
Los resultados,
publicados en mayo en Medicine & Science in Sports & Exercise,
son tranquilizadores y predecibles. El Dr. Katzmarzyk no encontró
ninguna relación entre estar de pie y la muerte prematura. Más
bien, como escribe en el estudio, "las tasas de mortalidad se redujeron
a niveles más altos entre las personas que permanecían
más tiempo pie", lo que sugiere que la posición no
es sedentaria o peligrosa, una conclusión con la que nuestros
telómeros probablemente coinciden.
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