¿Reprimirse
las ganas que tiene de comerlo será bueno o malo?
Octubre
2012 | Boletin
Mensual de Salud
Un
delicioso pastel de manzana le está diciendo que se lo coma.
Prácticamente
se puede degustar con la mirada su bondad dulce y cremosa.
Lo
desea tanto que no puede pensar en ninguna otra cosa.
¿Pero
es realmente el sabor lo que le apetece, o las asociaciones placenteras
que le trae a la memoria?
¿O
es que simplemente le apetece porque sabe que no debería comerlo?
¿Reprimirse
las ganas que tiene de comerlo será bueno o malo?
Los científicos
están explorando todas estas preguntas a medida que tratan de
comprender los antojos de alimentos.
Estos son
algunos de los resultados obtenidos hasta el momento:
Los antojos
de comida activan los mismos circuitos de recompensa del cerebro que
los antojos de drogas o alcohol, de acuerdo con escáneres cerebrales
mediante imágenes por resonancia magnética funcional del
cerebro, pruebas que miden la actividad cerebral al detectar cambios
en el flujo sanguíneo.
Casi todo
el mundo tiene ansias por comer algo de vez en cuando, pero las mujeres
las tienen con más frecuencia que los hombres y los jóvenes
tienen deseos de comer dulces más veces que las personas mayores.
En un estudio,
el 85% de los hombres afirmaba haber conseguido reprimir el ansia por
una comida, entre las mujeres, sólo el 57% dijo haberlo hecho.
Mientras
que muchas mujeres mencionan sus deseos por la sal, la grasa o combinaciones
extrañas de alimentos durante el embarazo, los investigadores
no pueden encontrar mucha validación científica en ello.
Sospechan que el folklore (las historias tradicionales) y el poder de
la sugestión son las causas.
Durante
décadas, los investigadores supusieron que los antojos de comida
eran esfuerzos del subconsciente del cuerpo para corregir deficiencias
nutricionales.
El anhelo
por comer carne podía indicar la necesidad de proteínas
o de hierro, según esta teoría.
Los adictos
al chocolate podían tener niveles bajos de magnesio o de otros
químicos que alteran el estado de ánimo, químicos
que el chocolate contiene, como por ejemplo la feniletilamina, un compuesto
que producimos los seres humanos cuando estamos enamorados.
Sin embargo,
un creciente cuerpo de investigación pone en duda la noción
de la deficiencia nutricional como causa de los antojos por la comida.
Después
de todo, pocas personas anhelan comer ansiosamente verduras de hoja
verde ricas en vitaminas, y hay muchos otros alimentos que contienen
fenilalanina además del chocolate, por ejemplo el salami y el
queso cheddar.
En cambio,
los estudios demuestran que los antojos de alimentos implican una compleja
mezcla de factores sociales, culturales y psicológicos, fuertemente
influenciados por estímulos ambientales.
En un estudio
del 2004 un grupo de personas consumió solo durante 5 días
una bebida proteica de vainilla para valorar sus deseos de comer otros
alimentos.
Después
de los 5 días y de volver a una dieta normal, los que dirigían
el estudio y los participantes se quedaron asombrados al comprobar que
muchos tenían deseo de seguir tomando la bebida proteica de vainilla,
cuando durante el estudio pensaban en no volverla a tomarla jamás.
Los expertos
opinan que los antojos están bien de vez en cuando - por ejemplo,
en Navidad o alguna vez a lo largo del año en una celebración,
pero caer con demasiada frecuencia en ellos puede convertirlos en algo
fuera de control.
Investigadores
del cerebro han documentado que cuando una persona continuamente bombardea
sus circuitos de recompensa con drogas, alcohol, alimentos altos en
grasa, o alimentos ricos en azúcar, muchos de los receptores
de dopamina en el sistema se apagan para evitar sobrecarga.
Y con un
menor número de receptores de dopamina funcionando, el sistema
quiere más y más, insaciablemente.
¿Como
combatir los antojos?
Además
de la consabida fuerza de voluntad, otras formas de distracción
más originales incluyen masticar chicle y oler elementos no alimentarios.
Oler profundamente
jazmín, por ejemplo, ayuda a ocupar los mismos receptores de
aroma los cuales son una parte clave en los antojos de alimentos.
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