El precio de alargar la vida
Los
nuevos medicamentos milagro que hacen que enfermos con cánceres
(mortales hasta hace poco) y otras enfermedades crónicas
puedan vivir muchos años, hacen también que estos enfermos
tengan que enfrentarse a unos efectos secundarios que amenazan la
calidad de esas vidas prolongadas.
En algunos
casos dichos efectos secundarios pueden ser tan intolerables
que hacen a los pacientes parar de tomar la medicación aun a
sabiendas de que le alarga la vida.
Para los
médicos hacer comprender a los pacientes los efectos secundarios
y enseñar a gestionarlos es una parte esencial a la hora de ayudar
al paciente a que se mantenga medicándose para no morir.
A medida
que un paciente ha sobrevivido más años y ha tomado la
medicación durante más tiempo, los efectos secundarios
son los que marcan la diferencia sobre su calidad de vida.
En algunos
medicamentos reducir la dosis suele ser suficiente para hacer
llevaderos los efectos adversos que causan tales medicamentos, pero
en los fármacos que tienen que combatir enfermedades o cánceres
agresivos que se han esparcido a otras partes del cuerpo, la dosis necesaria
para mantener viva a la persona suele ser la más alta,
lo cual conlleva numerosos efectos secundarios y con problemas que van
desde dolores diversos, pasando por nauseas hasta llegar a la imposibilidad
de andar.
Por otro
lado para los pacientes optimistas y con alto estado de ánimo
a pesar de la enfermedad los fuertes efectos secundarios son la indicación
de que la medicación está funcionando.
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