Los
científicos cada vez creen más que los ciclos
de preocupación incontrolable o rumiación pueden
ser un mecanismo importante que sustenta una amplia gama de
trastornos psicológicos, como depresión, ansiedad,
trastornos alimenticios y abuso de sustancias, pudiendo incluso
empeorarlos.
Estudios,
como el de los americanos Michl LC, McLaughlin KA, Shepherd
K, y Nolen-Hoeksema S, han demostrado que rumiar o cavilar
(pensar algo despacio y en profundidad) sobre eventos estresantes
de la vida predice la aparición de la depresión,
así como la continuación de ella.
Los
científicos definen rumia como el pensar incontrolable
y repetitivo sobre las causas, significados y consecuencias
de emociones negativas o eventos que han sucedido.
En
cambio, la preocupación tiende a ser sobre el futuro,
como por ejemplo que es lo que irá mal.
Los
expertos están estudiando lo que causa estos pensamientos
intrusivos, repetitivos y que se puede hacer para ayudar a las
personas que sufren de estos ciclos.
Un
área de investigación se centra en entender los
prejuicios y los déficits en los procesos básicos
de pensamiento y atención.
Otra
área analiza como pensamos acerca de los problemas de
manera concreta o abstracta.
La
propensión a cavilar parece ser el resultado de una
combinación de genética, personalidad y forma
de aprender.
Rasgos
de la personalidad como neuroticismo y escrupulosidad estan
estrechamente vinculados con el cavilar, como también
lo están las experiencias negativas.
Además,
los investigadores han encontrado que cuanto más uno
piensa sobre los problemas de manera inútil, más
uno se queda encerrado en ese patrón de pensamiento,
llegando incluso pequeños desencadenantes a provocar
automáticamente un nuevo ciclo de ese tipo de pensamiento.
Elaine
Fox, una profesora de psicología experimental en la Universidad
de Oxford y su equipo de investigación han descubierto
que las personas que se preocupan por cualquier cosa son
menos capaces de controlar su atención y más
capaces de distraerse.
El
Dr. Watkins, profesor de psicología clínica experimental
y aplicada en la Universidad de Exeter y su equipo de dichas
universidad han encontrado que hay maneras útiles
de pensar en las dificultades, tales como analizar concretamente
sobre la situación y concentrarse en la información
sensorial, pensar en como sucedió y como hacerlo de
manera diferente la próxima vez.
En
contraste, las personas que se dedican a la meditación
inútil, depresiva y estresante tienden a centrarse
en la cuestión más negativamente, a nivel global
y de manera abstracta. A menudo se centran en preguntas como
" ¿por qué sucedió ?" "
¿por qué esto siempre pasa?" "¿por
qué siempre hago esto?"
En
un estudio, el Dr. Watkins entrenó a personas propensas
a cavilar sobre hechos pasados y a personas deprimidas a pensar
más concretamente, dándoles ejercicios mentales
diarios que se centraban en la solución del problema.
Después
de una semana, los participantes en el estudio vieron una disminución
significativa en la rumia y la depresión en relación
con el grupo de control con placebo.
Posteriormente
se encontraron efectos similares en pacientes con depresión
mayor. El equipo del Dr. Watkins está basándose
en este trabajo para futuros estudios, uno de ellos es probar
si tal estrategia podría ayudar a prevenir la depresión
en adolescentes.