La clave para detectar anticipadamente el Alzheimer podría
estar en los ojos y en el olfato.
Agosto
2014 | Boletin
Mensual de Salud
Los
esfuerzos para detectar la enfermedad de Alzheimer mucho antes y de
forma más barata se están centrando en los signos de
la enfermedad en los ojos y en el sentido del olfato.
Los
científicos han encontrado que ciertos cambios biológicos
en la retina, el cristalino del ojo, y en el sentido del olfato, pueden
ayudar a predecir si las personas con ninguno o leves problemas de
memoria pueden llegar a desarrollar la enfermedad cerebral progresiva,
según resultados presentados el pasado 13 de julio en la Conferencia
Internacional de la Asociación de Alzheimer en Copenhague.
La enfermedad
de Alzheimer se diagnostica principalmente mediante el examen clínico
usando las pruebas de memoria y preguntas acerca de como el paciente
se comporta. Pero los investigadores están tratando de idear
instrumentos, en particular el uso de marcadores biológicos,
para mejorar la detección de las primeras etapas de la enfermedad,
indica David Knopman, neurólogo de la Clínica Mayo y miembro
de la Asociación de Alzheimer del Consejo Asesor Médico
y Científico.
La patología
de la enfermedad en el cerebro normalmente empieza varias décadas
antes de la aparición de los síntomas de memoria.
Según
el Dr. Knopman la búsqueda de cambios en el ojo o en el olor
representan los métodos "más simples, menos invasivos
y más factibles" para su uso en oficinas médicas
y otros entornos clínicos.
Debido
a que aún no existen tratamientos que detengan la progresión
del Alzheimer y algunas personas pueden no querer saber que se enfrentan
a una enfermedad devastadora, una detección temprana principalmente
pudiera ser de utilidad para la investigación en la identificación
de personas que son buenas candidatas para participar en ensayos de
prevención y para monitorear los cambios cerebrales que se producen
cuando la enfermedad progresa.
Actualmente,
las imágenes del cerebro pueden ser utilizadas para detectar
una patología principal asociada con la enfermedad - los depósitos
agrupados de la proteína amiloide-pero dichas imágenes
son caras y se utilizan principalmente en investigación, no en
consultorios médicos.
Los esfuerzos
en desarrollar análisis de sangre para la enfermedad de Alzheimer
están generando mucho entusiasmo, pero ninguno está listo
para su utilización.
Las placas
amiloides encontradas en el cerebro también son conocidas por
ser depositadas en el ojo. Dos estudios financiados por empresas han
encontrado que los depósitos pueden ser detectados a través
de la tecnología no invasiva de imágenes del ojo y están
altamente correlacionados con los resultados de amiloide de imágenes
cerebrales.
Cognoptix
Inc., una compañía de biotecnología en Acton, Massachusetts,
se centra en la detección de amiloide en el cristalino del ojo.
CSIRO Australia, la agencia nacional de la ciencia del país,
y su socio con sede en California Sacramento, NeuroVision Imaging LLC,
han estado estudiando la retina, en la parte posterior de los ojos.
La retina
es como un "pedazo de cerebro fuera del cerebro", indica Shaun
Frost, investigador de la CSIRO Australia.
Los primeros
40 pacientes en un estudio de 200 participantes mostraron que los cambios
de la retina se correlacionan fuertemente con el desarrollo de placa
amiloide en el cerebro. El estudio completo se finalizará este
año, según el Dr. Frost.
Queda por
ver si las imágenes del ojo serán mejor instrumento de
diagnóstico que las pruebas de memoria en la detección
de la enfermedad de Alzheimer. Se han realizado investigaciones limitadas
para comprobar si las primeras señales en el ojo en realidad
predicen el desarrollo de la enfermedad.
El olfato
es otra área de interés debido a que el centro del olor
del cerebro parece particularmente ser vulnerable a la patología
de Alzheimer y la capacidad de identificar diferentes olores se deteriora
relativamente pronto en el proceso de la enfermedad.
Un estudio
de unas 1.000 personas sin diagnósticos de Alzheimer que fueron
examinadas desde el 2004 al 2006, utilizando una simple prueba de rasgar
y oler, prueba conocida como UPSIT (University of Pennsylvania Smell
Identification Test o Prueba de identificación de olor de Universidad
de Pennsylvania), mostró que las puntuaciones más bajas
en la prueba se asociaron con un mayor riesgo de desarrollar Alzheimer,
incluso si el individuo era cognitivamente normal al inicio del estudio,
indica Davangere Devanand, un profesor de psicología y psiquiatría
de la Universidad de Columbia.
Los investigadores
advirtieron que se necesita más investigación y que una
serie de otros factores pueden influir en el olor, como el tabaquismo
y enfermedades como el Parkinson y la esquizofrenia.
Por
favor suscribase a nuestro Boletin
de Salud