No desayunar puede aumentar el riesgo de un ataque al corazón.
Las
personas que no desayunan son más propensas a tener más
hambre a lo largo del día y hacer grandes comidas.
Agosto
2013 | Boletin
Mensual de Salud
Un
estudio con hombres mayores muestra que aquellos que omiten el desayuno
regularmente tienen un 27% más de riesgo de un ataque al
corazón que aquellos que consumen una comida por la mañana.
Según
los autores del estudio en la Escuela de Salud Pública de Harvard,
no hay ninguna razón por la cual los resultados no se puedan
extrapolar a otras personas.
Otros estudios
han sugerido una relación entre el desayuno y la obesidad, la
presión arterial alta, la diabetes y otros problemas de salud
considerados como precursores de condiciones cardíacas.
¿Por
qué no desayunar puede ser un riesgo de ataque al corazón?
Los expertos
no están seguros, pero esto es lo que piensan: Las personas que
no desayunan son más propensas a tener más hambre durante
el día y hacer comidas más grandes. Esas comidas significan
que el cuerpo tiene que procesar una mayor cantidad de calorías
en un corto período de tiempo, lo cual puede elevar los niveles
de azúcar en la sangre y tal vez llegar a obstruir las arterias.
Pero, ¿es
realmente mejor desayunar unos grasientos huevos fritos que no comer
nada?
Los investigadores
no preguntaron lo que los participantes en el estudio comieron en el
desayuno, y no emitieron un juicio sobre si una grasa, o un desayuno
azucarado es mejor que no tomar nada en absoluto.
Otros expertos
coinciden en que es difícil saberlo.
Según
Andrew Odegaard, investigador de la Universidad de Minnesota: "No
sabemos si es la ausencia o es el contenido del desayuno lo que es importante.
Probablemente ambas cosas".
Odegaard,
quien ha estudiado la relación entre saltarse el desayuno y problemas
de salud como la obesidad y la hipertensión arterial, indica
que "por lo general, las personas que desayunan tienden a comer
una dieta más saludable".
El nuevo
estudio fue publicado en la revista Circulation. Fue un estudio observacional,
por lo cual no está diseñado para demostrar la causa y
el efecto. Pero cuando se hacen bien, estos estudios observacionales
pueden revelar importantes riesgos para la salud.
Los investigadores
empezaron a encuestar en 1992 a cerca de 27.000 hombres preguntándoles
sobre sus hábitos de alimentación. Alrededor del 13% de
ellos indicaron omitir el desayuno regularmente. Todos los encuestados
eran educados profesionales de la salud - como dentistas y veterinarios
- y de al menos 45 años de edad.
Durante
los siguientes 16 años, 1.527 sufrieron ataques cardiacos
fatales o no fatales, incluyendo 171 que habían dicho que omitían
el desayuno regularmente.
En otras
palabras, más del 7% de los hombres que no desayunaban
tuvieron ataques al corazón, en comparación con
casi el 6% de los que desayunaban.
Los investigadores
calcularon el aumento del riesgo en un 27%, teniendo en cuenta otros
factores como fumar, beber, dieta y problemas de salud como la presión
arterial alta y la obesidad.
Hasta un
18% de los adultos en países desarrollados se salta el desayuno
regularmente.
El mensaje
puede ser simple: El desayuno es una comida importante.
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