Cuando los alimentos y las pastillas son
incompatibles.
Cada
día más personas tienen la percepción de
que los alimentos que comen son como una medicina, medicina
que les ayuda a bajar el colesterol, reducir la presiona arterial
o controlar el azúcar en la sangre.
Sin
embargo alimentos muy buenos para la salud, como son el aceite
de oliva, las nueces, y la fruta, pueden actuar con ciertas
medicaciones originando problemas.
Los
farmacéuticos suelen recomendar no mezclar las estatinas
(fármacos anti-colesterol) con zumo o jugo de uva, pero
nuevas investigaciones indican que otras frutas, tales como
el arándano rojo y la granada, e incluso el aceite de
oliva pueden interferir con las estatinas.
Estudios
de laboratorio muestran que el té puede bloquear los
efectos de ciertas medicaciones, incluido el fármaco
para la gripe Tamiflu (oseltamivir), y que incluso cambiar a
una dieta alimenticia baja en grasa, un cambio saludable en
si mismo, puede reducir la potencia de algunos medicamentos.
Una
dieta puede interactuar con los medicamentos principalmente
de dos maneras:
-Algunos
alimentos bloquean la capacidad del organismo para absorber
ciertos medicamentos, reduciendo la eficacia de la dosis que
una persona recibe de dicho medicamento.
-Otros
alimentos aumentan la capacidad de absorción de algunos
fármacos, lo cual puede originar una sobredosis.
Expertos
médicos y farmacológicos opinan que en general
la alimentación interactúa con la medicación
cuando se toman grandes cantidades de ciertos alimentos.
Cada
medicación tiene efectos secundarios no deseados, lo
mismo sucede cuando se toman nutrientes al nivel de medicación.
Otros
factores que afectan el cómo las medicinas se absorben,
son la edad del paciente, su peso y si el paciente es hombre
o mujer.
El
zumo o jugo de uva es uno de los alimentos más extensamente
estudiados por su impacto en la medicación.
Los
compuestos de la fruta pueden aumentar la potencia de las estatinas
y otros fármacos a niveles peligrosos al inhibir el citocromo
P450, un grupo grande y diverso de enzimas que descompone el
fármaco.
Las
investigaciones sobre este alimento indican que beber solamente
1/8 de onza o 3.5 gramos de un vaso de jugo o zumo de uva al
día aumenta la fuerza del fármaco.
En
pruebas de laboratorio algunos trabajos científicos muestran
el mismo problema con el aceite de oliva y las estatinas.
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