La satisfacción invisible
Julio
2014 | Boletin
Mensual de Salud
Usted
puede hacer su trabajo perfectamente y ser , tanto usted como su trabajo,
ambos invisibles.
Esto
es esencialmente lo contrario de como la mayoría de los
humanos operamos. Cuanto mejor hacemos nuestro trabajo, mayor
es el reconocimiento que recibimos.
Sin
embargo, usted puede regresar a su casa después de un
duro día de trabajo "invisible" y sentirse profundamente
satisfecho.
¿Por
qué?
Por que
los rasgos que son en realidad clave para encontrar el éxito
personal; y, más importante, la búsqueda de sentido y
satisfacción de nuestro trabajo no son lo que todo el mundo busca,
atención y poder sino:
Una
ambivalencia hacia el reconocimiento.
Una
meticulosidad en lo que se debe de hacer.
Y
Un sentimiento
de responsabilidad.
Las recompensas
intrínsecas, las que se derivan del valor y de los desafíos
del trabajo en sí, son mucho más profundas y de mayor
duración que las que son extrínsecas o externas al propio
trabajo, como por ejemplo el dinero o la atención recibida.
Los "
invisibles" no sólo experimentan beneficios psicológicos
con su enfoque. Sus rasgos también se correlacionan con altos
niveles de logro.
Un trabajo
de Adam Grant, un reconocido profesor de Wharton, muestra que los "donantes",
personas que "contribuyen a los demás sin esperar nada a
cambio", son a menudo las personas más exitosas.
Grant señala
que los que encarnan los rasgos "invisibles" tienden a ser
dadores.
Haciéndose
eco de estos hallazgos, una investigación de Robb Willer, sociólogo
de Stanford, muestra que "respetamos a las personas que creemos
que trabajan , no por aplauso y ovación, sino para beneficiar
a otros", y este aspecto incide positivamente en su posición
laboral y en su promoción profesional.
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