Medicamentos que tienen como objetivo ayudar a los ancianos a reconstruir
músculo.
Junio
2014 | Boletin
Mensual de Salud
Media
docena de empresas están trabajando en tratamientos que bloquean
la proteína miostatina.
En 1997,
el científico Se-Jin Lee creó mediante ingeniería
genética el " Mighty Mouse " o "Ratón Poderoso",
(el de la derecha en la imagen inferior) con el doble de masa
muscular que los roedores normales.
Ahora,
las compañías farmacéuticas están utilizando
su descubrimiento para fabricar medicamentos que pudieran ayudar a pacientes
de edad avanzada a volver a caminar y a reconstruir músculo en
una serie de enfermedades.
Novartis AG, en colaboración con la compañía de
biotecnología MorphoSys AG, va la más avanzada. Sanofi,
Eli Lilly & Co., GlaxoSmithKline PLC, Pfizer Inc. y Atara Biotherapeutics
están trabajando en los medicamentos en las fases iniciales y
el primer de ellos podría ser aprobado en el año 2016.
La miostatina es una proteína natural que frena el crecimiento
muscular. Los fármacos actúan mediante el bloqueo
de dicha proteína, o mediante el bloqueo de los lugares en los
que se detecta en el cuerpo, potencialmente se produciría una
reconstrucción muscular.
Uno de los aspectos más importantes del envejecimiento es
la fragilidad, lo que significa que nos movemos más lentamente
y nos volvemos más débiles. Mucho de esto se debe a la
perdida de fuerza muscular, que es lo que estos nuevos medicamentos
tratan de mejorar.
Novartis y Sanofi dirigen el medicamento a la pérdida de masa
muscular relacionada con la edad, condición llamada sarcopenia.
Lilly está probando su medicamento en pacientes ancianos sometidos
a reemplazos de cadera o que están recuperándose de caídas.
La pérdida de masa muscular que tiene un impacto en la función
afecta a una muy grande población de pacientes, indica Bill
Evans, un especialista de GlaxoSmithKline en envejecimiento y metabolismo
muscular.
Realmente
dependerá de donde los reguladores pongan los limites, pero mi
conjetura es que podría afectar a un 15% - 20% de la población
mayor de 65 -70 años", menciona Evans.
Sin embargo,
existen grandes obstáculos para conseguir la aprobación
de un medicamento para la sarcopenia. Los reguladores aún no
han definido la sarcopenia como una enfermedad, lo que significa que
no hay manera fácil de aprobar un medicamento para tratarla.
"La
gente tiende a ver a la pérdida de masa muscular, como un
proceso inevitable del envejecimiento", dice el Dr. Lee.
Las compañías
farmacéuticas también temen la hercúlea tarea de
reclutar a miles de pacientes ancianos- preferiblemente sin estar tomando
otros medicamentos-para costosos ensayos clínicos de varios años
de duración.
Otra preocupación
es el uso indebido, por parte de atletas, culturistas o por aquellos
que buscan un elixir antienvejecimiento, incluso cuando el desgaste
muscular no es el problema.
No obstante
los laboratorios farmacéuticos piensan que un medicamento que
pueda mantener a nuestros padres fuera de una residencia de ancianos
va a tener una gran demanda .
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