El primer hombre que observó en vivo un intestino humano
funcionando.
El
doctor William Beaumont era un cirujano del Ejército
de los Estados Unidos en los inicios del siglo XIX.
Su
nombre sobrevive en los anales de la medicina debido a una asombrosa
aventura que empezó el 6 de Junio de 1822.
Alexis St. Martin, un joven francés-canadiense de 18
años de edad que comerciaba con pieles, fue herido por
una bala de mosquete que se le disparo accidentalmente, la bala
le atravesó la espalda, salió por el estomago
y le dejó una profunda herida que sanó, pero no
cerró.
Pasados
dos años del accidente, cuando todos los esfuerzos médicos
por cerrar el agujero en sus intestinos habían fallado,
St. Martin le dio permiso al doctor Beaumont para usar la herida
como la primero ventana a un sistema digestivo humano en funcionamiento.
Para evitar que los alimentos y los líquidos salieran
por la pequeña abertura, Beaumont la mantuvo cubierta
con vendajes de algodón.
El método de Beaumont fue la simplicidad en si misma.
Al mediodía del 1 de Agosto de 1825 ató pequeños
trozos de alimentos, concretamente carne cocida, carne cruda,
repollo y pan, a un hilo de seda; quitó el vendaje e
insertó el alimento en el agujero del estomago de St.
Martin.
Una
hora más tarde Beaumont, tiró del hilo de seda
y sacó el alimento.
El repollo y el pan estaban medio digeridos y la carne sin tocar.
Observado esto, insertó el alimento otra vez en el agujero
y después de otra hora lo volvió a sacar, tirando
del hilo de seda.
Esta
vez solo la carne cruda permanencia si tocar y St. Martin que
estaba teniendo dolor de cabeza y nauseas pidió parar
el experimento durante 24 horas.
En más de 230 pruebas posteriores como la de ese día,
Beaumont, con la ayuda de su extraordinario paciente, descubrió
que aunque los carbohidratos (repollo y pan) eran digeridos
de manera rápida, le llevaba más de 8 horas a
los jugos gástricos descomponer las proteínas
y las grasas (la carne).
Beaumont atribuía esto al hecho de que el repollo había
sido cortado en pequeños trozos y el pan estaba poroso.
Los nutricionistas modernos saben hoy que los carbohidratos
simplemente son digeridos más rápidamente que
las proteínas y que digerir grasas (incluidas aquellas
en la carne) lleva mucho más tiempo.
Sacando jugos gástricos del estomago de St. Martin y
manteniéndolos a 100 grados Fahrenheit (37,5 grados Celsius),
(la temperatura que marcaba un termómetro insertado en
el estomago) y añadiendo un trozo de carne, Beaumont
fue capaz de saber exactamente el tiempo que le llevaba a la
carne descomponerse: 10 horas.
Beaumont y St. Martin tomaron caminos distintos en 1833 cuando
el paciente que ya era entonces Sargento del Ejército
de los Estados Unidos, fue destinado a otro cuartel.
Beaumont
escribió entonces:"Experimentos y observaciones
de los jugos gástricos y de la Fisiología de la
Digestión", un tratado medico que es considerado
un hito en la comprensión y entendimiento del sistema
digestivo humano.