¿Es bueno el sexo para su salud, o es sólo una
fantasía?
Diversos
estudios médicos sugieren que el sexo es tan bueno para
su salud como lo puede ser la vitamina D o el brócoli.
No
sólo alivia el estrés, mejora el sueño
y quema calorías, sino que también puede reducir
el dolor, aliviar la depresión, fortalecer los vasos
sanguíneos, estimular el sistema inmunológico
y reducir el riesgo de cáncer de próstata y de
mama.
Por
ejemplo la actividad sexual fomenta el sentimiento de cercanía
y alivia el estrés durante días.
El
acto sexual quema unas cinco calorías por minuto, llevaría
12 horas perder medio kilo.
Después
una relación sexual, la oxitocina y la prolactina provocan
saciedad y sueño, especialmente en los hombres.
Sin
embargo muchos de estos estudios se basan en que las personas
recuerden y describan su actividad sexual con honestidad, algo
siempre difícil y otros estudios tienen la limitación
de que no pueden distinguir entre causa y efecto.
Es
decir, ¿el sexo hace a las personas más sanas
o es la gente sana la que gente tiene más sexo?
Hay
que tener presente que es muy difícil llevar a cabo un
estudio sobre cuestiones de sexo que sea estudio aleatorio,
doble ciego, placebo controlado y multicéntrico.
Los
investigadores se quejan además de que encontrar una
institución que financie los estudios sobre sexo no es
nada fácil.
Algunos
de los beneficios del sexo, más allá de procrear
un bebé son evidentes, incluso sin pruebas científicas.
Cuando
usted tiene buen sexo, hay una respuesta de relajación
y una sensación de saciedad, un sentimiento de que la
vida es maravillosa.
Mucho
de ello se debe a la química, al flujo de hormonas y
neurotransmisores que suben y bajan durante la actividad sexual.
La excitación aumenta la dopamina, que activa los centros
cerebrales del deseo y de la recompensa, de la misma forma que
los activa el comer chocolate y el ganar en los juegos de azar.
El
sexo también aumenta la oxitocina, conocida como la "hormona
del cariño", hormona que promueve la vinculación,
reduce el miedo y estimula las endorfinas, los analgésicos
naturales del cuerpo, debido a ello el sexo puede traer un alivio
temporal a un dolor de espalda, a migrañas y a dolores
corporales.
Los
niveles de dopamina se reducen después del orgasmo y
los de prolactina suben lo cual produce el sentimiento de satisfacción
y ganas de dormir.
Toda
esta cascada química junta origina un efecto duradero
que ayuda a las personas estresadas a bajar su presión
arterial y a recuperarse más rápidamente de un
esfuerzo.
El
sexo es también un buen ejercicio físico, quemando
entre 50 y 150 calorías en total.
Calculado de otra manera, un orgasmo usa de 3 a 4 METs (tareas
metabólicas equivalentes, una medida de intensidad física)
el equivalente a una ligera limpieza de la casa.
Un
estudio británico encontró que los hombres que
tenían tres o más orgasmos por semana experimentaban
un 50% menos de ataques al corazón que los que tenían
menos de tres orgasmos, quizás debido a que un orgasmo
desprende la hormona DHEA (dehidroepiandrosterona), la cual
ayuda a la circulación y a la dilatación arterial.
Sexo
frecuente aumenta la testosterona factor relacionado con músculos
más fuertes, mas energía y mejor razonamiento.
El
sexo también mejora el estado de ánimo de las
mujeres. El semen contiene testosterona, estrógeno, prolactina
y prostaglandinas que pueden pasar a través de la pared
vaginal al riego sanguíneo y elevar el estado de ánimo.
Un
estudio del 2004 con 29.000 hombres, publicado en la revista
de la Asociación Médica Americana, mostro que
aquellos que tenían más eyaculaciones -21 o más
al mes - tenían menor riesgo de cáncer de próstata.
De
manera semejante un estudio de 1989 en Francia encontró
que las mujeres que tenían relaciones sexuales infrecuentemente
o no tenían, estaban bajo un riesgo de tener cáncer
de pecho tres veces mayor que las que tenían frecuentes
relaciones sexuales.
Según
un estudio llevado a cabo en la Duke University durante 25 años,
los hombres de más actividad sexual vivían mas
años y las mujeres que disfrutaban de su vida sexual
vivían de 7 a 8 años más que las que sentían
indiferencia por el sexo.
Factores
como inteligencia, salud y sistemas vida jugaban también
su papel en vivir más, en dicho estudio.
Según
los investigadores todo esto no significa que la actividad sexual
sea sinónimo de salud, según ellos lo importante
es la satisfacción y el significado que se le da al sexo.
Si
una persona tiene sexo con la frecuencia y en la forma que es
compatible con su personalidad, con su vida y con la manera
de ser de dicha persona, en ese caso la actividad sexual pudiera
ser sinónimo de salud.
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