¿Cómo serán los antibióticos del futuro?
Mayo
2013 | Boletin
Mensual de Salud
Los
científicos buscan nuevos antibióticos en medio de un
aumento de gérmenes resistentes.
A media
que las bacterias continúan desarrollando resistencia a los antibióticos
existentes, los científicos se ven obligados a trabajar en nuevas
estrategias para combatir enfermedades e infecciones transmitidas por
dichas bacterias.
Algunos
investigadores están probando nuevas sustancias, como la plata,
para combinar con antibióticos y poder aumentar su poder letal.
Otros están haciendo uso de la secuencia genética de las
bacterias para ayudar a desarrollar medicamentos a un ritmo más
rápido de lo que la ciencia médica era capaz en el pasado.
Otra estrategia
pretende crear bacterias que aunque dañinas son incapaces de
infectar a las personas, en lugar de buscar formas de matar directamente
dichas bacterias dañinas. Esta técnica neutralizaría
toxinas causantes de enfermedades alterando los mecanismos internos
de las bacterias.
Investigadores
de Merck & Co. ( la compañía farmacéutica más
antigua del mundo), apuntan a una enzima llamada beta-lactamasa que
vive en ciertas bacterias y neutraliza los antibióticos enviados
a destruirlas. Mediante la adición al antibiótico Imipenem
de un agente inhibidor enzimático llamado MK-7655 , científicos
de Merck lograron matar alrededor del 97% de un tipo de bacterias resistentes
a los antibióticos que causan neumonía e infecciones de
las vías urinarias.
Los antibióticos
pierden de manera natural su efectividad con el tiempo, a medida que
poblaciones de bacterias desarrollan resistencia a ellos y nuevos medicamentos
necesitan ser desarrollados continuamente para ocupar el lugar de los
anteriores.
Sin embargo
el desarrollo de antibióticos por las compañías
farmacéuticas se redujo drásticamente después de
1990, debido en parte a que un antibióticos es menos rentable
que otros fármacos utilizados para tratar enfermedades crónicas.
Un agravante
del problema ha sido el uso excesivo de antibióticos en los animales
de granja y en personas, lo cual ha acelerado la creación de
gérmenes resistentes a dichos antibióticos.
Las bacterias
tienen maneras de defenderse contra otras bacterias, y la mayoría
de los antibióticos se derivan de toxinas (sustancias venenosas
producidas por bacterias ). La identificación y desarrollo de
nuevos antibióticos es un proceso largo y lento.
Actualmente,
los científicos son capaces de escudriñar más eficientemente
microbios para antibióticos no descubiertos mediante la secuenciación
de su genoma y la utilización de análisis informático
lo cual les permite buscar patrones de genes que sugieren una nueva
receta de antibiótico.
Normalmente,
los antibióticos son codificados a través de 10 - 40 genes.
Una inusual
estrategia en desarrollo no tienen como objetivo matar bacterias , sino
hacerlas menos dañinas.
Debido
a que las bacterias solo causan infecciones cuando su población
alcanza un cierto umbral, llamado quórum, los investigadores
están buscando maneras de interrumpir las señales químicas
que las bacterias utilizan para comunicarse entre ellas.
Otro enfoque pretende neutralizar toxinas o interrumpir otras moléculas
de señalización que son necesarias para que las bacterias
sean infecciosas.
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