Según la psicóloga Nina Strohminger de la Universidad
de Yale y el filósofo Shaun Nichols de la Universidad
de Arizona nuestra identidad proviene más de nuestro
carácter moral que de nuestra memoria o inteligencia.
El
concepto de carácter moral implica una variedad de atributos
incluyendo la existencia o carencia de virtudes tales como la
empatía, el coraje, la entereza, la honestidad, la lealtad,
el buen comportamiento o los buenos hábitos. Carácter
moral se refiere principalmente al conjunto de cualidades que
distinguen a un individuo de otro.
Se
ha sugerido a menudo que la mente es central a la identidad
personal. Pero no todas las partes de la mente contribuye igualmente.
A través de cinco experimentos, Nina Strohminger y Shaun
Nichols han demostramos que las características morales
, más que cualquier otra facultad mental, están
consideradas la parte más esencial de la identidad, del
uno mismo, del alma y del espíritu.
La
memoria, especialmente la memoria emocional y la autobiográfica,
son también importantes. La percepción y la cognición
de nivel inferior tienen la conexión más débil
con la identidad de las personas, rivalizando con la de rasgos
puramente físicos.
Estos
resultados sugieren que las nociones de identidad personal en
gran parte estan formadas por las facultades mentales que afectan
a las relaciones sociales, con un especial enfoque en los rasgos
morales.
Cambios
en el comportamiento moral predicen cambios en la identidad
percibida, mientras que los cambios en la memoria o intelecto
no.
Nuestro
carácter moral, después de todo, es lo que nos
une a otras personas. Es la parte de nosotros que va más
allá de nuestra propia maraña de neuronas, es
la parte que toca los cerebro y las vidas de los demás.
Cada
vez son más comunes los medicamentos que afectan al funcionamiento
cognoscitivo y al comportamiento: antidepresivos, antipsicóticos,
«drogas inteligentes» y fármacos similares.
Las
interrupciones de la identidad debido a síndromes médicos
y sus tratamientos están hoy en día omnipresentes,
el trabajo de Nina Strohminger y Shaun Nichols sugiere que los
resultados de dichos tratamientos pueden a afectar las facultades
morales de manera particularmente dramática.