Lo
que diferentes tipos de atestados armarios y cajones sugieren
acerca de sus respectivos propietarios.
Los
psicólogos opinan que los armarios y los cajones pueden
ser una ventana abierta a través de la cual se puede
observar la salud mental de las personas, tanto si dichos espacios
están vacios como si están repletos.
Muchas
emociones fuertes están al acecho en medio de cosas que
guardamos.
Ya
se trate de montones de revistas y periódicos leídos,
de ropa que no cabe en ningún sitio, de obsoletos aparatos
electrónicos, incluso de envases de margarina vacíos,
las cosas que acumulamos reflejan algunos de nuestros pensamientos
y sentimientos más profundos.
En
algunos casos, el desorden y la acumulación crónica
pueden ser un síntoma de Trastorno por Déficit
de Atención e Hiperactividad (TDAH) de Trastorno Obsesivo-Compulsivo
(TOC) y de demencia, todos los cuales implican dificultad con
la planificación, el enfoque y la toma de decisiones.
La
forma extrema, el acaparamiento, es ahora un trastorno psiquiátrico
distinto, definido en el nuevo Manual
Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales,
5th Edición: DSM-5, de la Asociación Americana
de Psiquiatría como "la dificultad persistente de
desprenderse de una cosa, independientemente de su valor"
de tal manera que las salas de estar y los espacios de una vivienda
no pueden ser utilizados.
A
pesar de toda la atención de los medios de comunicación,
sólo entre el 2% y el 5% de las personas encajan en el
criterio, aunque muchas otras temen estar cerca de ese trastorno.
La
dificultad para que una persona no acumule cosas en su vivienda
también suele ir acompañada de ansiedad de separación,
compra compulsiva, perfeccionismo, dilación y problemas
de imagen corporal.
Y
la reticencia a hacer frente al problema puede crear un círculo
vicioso de evitación, ansiedad y culpa.
En
la mayoría de casos, sin embargo, los psicólogos
opinan que el acumular cosas innecesarias puede tener su origen
en lo que ellos llaman errores cognitivos: pensamientos defectuosos
que impulsan comportamientos disfuncionales que se van de las
manos.
Entre
los más comunes razonamientos lógicos que generan
la acumulación de cosas innecesarias tenemos: "yo
podría necesitar esto algún día",
"esto puede ser valioso", "esta ropa me podría
valer de nuevo si pierdo (o gano) peso."
Las
cosas que más se tienden a acumular y las más
difíciles de desprenderse son las cosas que tienen un
significado sentimental.
Es
natural querer aferrarse a los objetos que desencadenan recuerdos,
pero algunas personas confunden dejar el objeto con olvidar
a la persona.