Una
mayor adhesión a las pautas dietéticas de la OMS
(Organización Mundial de la Salud) no se asoció
significativamente con la mortalidad por enfermedad cardiovascular
excepto en el sur de Europa y en Estados Unidos , donde si se
asoció con una reducción de la mortalidad por
ECV (enfermedad cardiovascular).
Título
del estudio:
Directrices
de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para una
dieta sana y la mortalidad por enfermedades cardiovasculares
en personas mayores de Europa y América: el proyecto
CHANCES.
Autores
del estudio:
Nicole Jankovic3,4,
Anouk Geelen3,
Martinette T Streppel3,
Lisette CPGM de Groot3,
Jessica C Kiefte-de Jong5,6,
Philippos Orfanos7,8,
Christina Bamia7,8,
Antonia Trichopoulou7,8,
Paolo Boffetta7,9,
Martin Bobak10,
Hynek Pikhart10,
Frank Kee11,
Mark G ODoherty11,
Genevieve Buckland12,
Jayne Woodside11,
Oscar H Franco5,
M Arfan Ikram5,
Ellen A Struijk13,
Andrzej Pajak14,
Sofia Malyutina15,16,
Ruena Kubinova17,
Maria Wennberg18,
Yikyung Park19,
H Bas Bueno-de-Mesquita2023,
Ellen Kampman3, y
Edith J Feskens3,
Afiliaciones
de los autores:
3
División de Nutrición Humana de la Universidad
de Wageningen, Wageningen, Países Bajos;
4
Centro de Epidemiología Clínica, Instituto de
Informática Médica, Biometría y Epidemiología
del Hospital Universitario de la Universidad de Duisburg-Essen,
Essen, Alemania;
5
Departamento de Epidemiología, Erasmus MC, Centro Médico
de la Universidad de Rotterdam, Países Bajos;
6
Salud Pública Global, Leiden University College, La Haya,
Países Bajos;
7
Departamento de Higiene, Epidemiología y Estadística
Médica de la Universidad de Atenas, Escuela de Medicina,
Atenas, Grecia;
8
Fundación Helénica Salud, Atenas, Grecia;
9
El Instituto del Cáncer Tisch, Mount Sinai School of
Medicine, Nueva York, NY;
10
Departamento de Epidemiología y Salud Pública,
Universidad de Londres, Londres, Reino Unido;
11
Centro UKCRC de Excelencia para la Salud Pública, Facultad
de Medicina, Odontología y Ciencias Biomédicas
de la Universidad Queens de Belfast, Belfast, Reino Unido;
12
Unidad de Nutrición, Ambiente y Cáncer, Programa
de Investigación en Epidemiología del Cáncer
del Instituto Catalán de Oncología, Barcelona,
??España;
13
Departamento de Epidemiología, Julio Centre, Utrecht,
Países Bajos;
14
Departamento de Estudios de Población y Epidemiología
de la Universidad Jagellónica, Cracovia, Polonia;
15
Instituto de Interna y Medicina Preventiva de la rama siberiana
de la Academia Rusa de Ciencias Médicas, Novosibirsk,
Rusia;
16
Médico de la Universidad Estatal de Novosibirsk, Novosibirsk,
Rusia;
17
Instituto Nacional de Salud Pública, Praga, República
Checa;
18
Departamento de Salud Pública y Medicina Clínica,
Investigación Nutricional, Universidad de Umeå,
Umeå, Suecia;
19
División de Epidemiología del Cáncer y
Genética, Instituto Nacional del Cáncer, Bethesda,
MD;
20
Departamento de Determinantes de las Enfermedades Crónicas,
Instituto Nacional de Salud Pública y Medio Ambiente,
Bilthoven, Países Bajos;
21
Departamento de Gastroenterología y Hepatología
del Centro Médico de la Universidad de Utrecht, Países
Bajos;
22
Departamento de Epidemiología y Bioestadística,
La Escuela de Salud Pública del Imperial College de Londres,
Londres, Reino Unido; y
23
Departamento de Servicios Sociales y Medicina Preventiva de
la Facultad de Medicina de la Universidad de Malasia, Kuala
Lumpur, Malasia
Resumen
del estudio.
Antecedentes:
La
enfermedad Cardiovascular (ECV) representa la principal causa
de mortalidad en todo el mundo, especialmente en los ancianos.
Reducir
el número de muertes por enfermedades cardiovasculares
requiere de estrategias preventivas dirigidas a los ancianos.
Objetivo:
El
objetivo fue generar evidencia sobre la asociación entre
recomendaciones dietéticas de la OMS y la mortalidad
por ECV, por enfermedad arterial coronaria (CAD) y por derrame
cerebral en la tercera edad, personas mayores de 60 años
de edad .
Diseño:
Se
analizaron datos de 10 estudios de cohorte prospectivos de Europa
y los Estados Unidos con una muestra total de 281.874 hombres
y mujeres libres de enfermedades crónicas al inicio del
estudio.
Componentes del Indicador de Dieta Saludable (IDH) incluyeron
ácidos grasos saturados, ácidos grasos poliinsaturados,
mono - y disacáridos, proteínas, colesterol, fibra
dietética y frutas y hortalizas.
Los
análisis de supervivencia de la específica cohorte
fueron ajustados por sexo, educación, tabaquismo, actividad
física, e ingesta de energía y alcohol, y fueron
combinados mediante un modelo de efectos aleatorios.
Resultados:
Durante
3.322.768 personas-años de seguimiento, 12.492 personas
murieron de enfermedades cardiovasculares.
Un
aumento de 10 puntos en el Indicador de Dieta Saludable IDH
[adherencia completa a una directriz de la OMS (Organización
Mundial de la Salud) adicional] no estuvo, de promedio, asociado
con la mortalidad por enfermedad cardiovascular, con la mortalidad
por enfermedad arterial coronaria o con la mortalidad por derrame
cerebral .
Sin
embargo, después de la estratificación de los
datos por región geográfica, la adhesión
al Indicador de Dieta Saludable se asoció con una reducción
de la mortalidad por ECV (enfermedad cardiovascular) en las
cohortes del sur de Europa y en la cohorte de los Estados Unidos
.
Conclusiones:
En
general, una mayor adhesión a las pautas dietéticas
de la OMS (Organización Mundial de la Salud) no se asoció
significativamente con la mortalidad por enfermedad cardiovascular
, pero los resultados variaron entre las regiones.
Se
observaron asociaciones inversas claras en poblaciones de edad
avanzada en el sur de Europa y en Estados Unidos, donde la adhesión
al Indicador de Dieta Saludable se asoció con una reducción
de la mortalidad por enfermedad cardiovascular.