Perder
peso mientras duerme. Suena como algo que usted ha oído
en un anuncio de televisión nocturno justo cuando esta
abriendo una caja de galletas, ya que no hay forma de que le
entre el sueño.
Aunque
la idea parece imaginaria, una sustancial evidencia médica
sugiere la existencia de una relación interesante
entre el sueño y el peso.
Los
investigadores indican que la cantidad de sueño
y posiblemente la calidad de su sueño pueden de
manera silenciosa orquestar una sinfonía de actividad
hormonal ligada a su apetito.
"Una
de las ideas más interesantes que ha estado latente y
ahora está cobrando fuerza es la apreciación del
hecho de que la interrupción del sueño
y el propio sueño hacen notables cosas en el cuerpo -
incluyendo posiblemente la influencia sobre nuestro peso
", dice el doctor David Rapoport, profesor asociado y director
del Programa de Medicina del Sueño de la Facultad de
Medicina de la Universidad de Nueva York.
A
pesar de que los médicos saben desde hace tiempo que
el sueño afecta a las hormonas no ha sido
hasta hace poco cuando el apetito ha entrado en escena.
Lo
que lo trajo a escena fue la investigación sobre las
hormonas leptina y grelina.
Las
hormonas leptina y grelina pueden influir en nuestras ganas
de comer.
Y
los estudios muestran que la producción de ambas puede
estar influenciada por lo mucho o lo poco que dormimos.
De
hecho, ¿alguna vez ha experimentado una noche de insomnio
seguida de un día en el que no importara lo que comiera
nunca quitaba el hambre?
Si
es así, entonces usted ha experimentado el funcionamiento
de la leptina y la grelina.
La
leptina y la grelina funcionan como una especie de "frenos
y contrapesos" del sistema para controlar las sensaciones
de hambre y saciedad.
La
grelina, que se produce en el tracto gastrointestinal, estimula
el apetito, mientras que la leptina, producida en células
grasas, envía una señal al cerebro cuando estamos
llenos.
Entonces,
¿cuál es la conexión con el dormir?
Cuando
uno no duerme lo suficiente, los niveles de leptina
bajan, lo que significa que no nos sentimos llenos
después de comer.
La
falta de sueño también causa que los niveles
de grelina aumenten, lo que significa que nuestro apetito
se estimula, por lo cual deseamos más comida.
La
combinación de las dos hormonas puede sentar las bases
para comer en exceso, lo que a su vez puede conducir
a un aumento de peso.