Los hábitos alimenticios de los padres afectan
a las dietas de los hijos.
Septiembre
2013 | Boletin
Mensual de Nutrición
Título
del estudio:
Hábitos
de alimentación saludables: Resultados de la eficacia de un
ensayo exploratorio, aleatoriamente controlado sobre una nueva intervención
con los padres basada en los hábitos alimenticios.
Autores
del estudio:
Laura
McGowan,
Lucy J Cooke,
Benjamin Gardner,
Rebecca J Beeken,
Helen Croker, y
Jane Wardle
Del
Departamento de Epidemiología y Salud Pública del University
College London, en el Reino Unido.
Antedecentes
del estudio:
Como
guardianes dietéticos de de sus hijos, los padres son a menudo
el objetivo proximal de las intervenciones dietéticas basadas
en la familia.
La
teoría del hábito ofrece un nuevo enfoque a la alimentación
parental modificada, basada en "la repetición dependiente
del contexto" para promover la respuesta automática y
reducir conflictos decisionales.
Objetivo
del estudio:
Este
ensayo exploratorio evaluó una intervención promoviendo
la formación de 3 hábitos en los comportamientos de alimentación
de los padres: consumo de frutas y verduras, consumo de alimentos saludables
entre las comidas y el consumo de bebidas no azucaradas.
El resultado
primario fue la fuerza del hábito parental para cada comportamiento.
El resultado secundario fue la ingesta de alimentos de los hijos.
Diseño
del estudio:
Padres
de niños de edad comprendidas entre 2-6 años (n = 126)
fueron reclutados en 6 centros infantiles en Londres con un grupo aleatorio
de intervención (n = 3) y otro con condiciones de control de
no tratamiento(n = 3).
Los padres
en el grupo de intervención (n = 58) recibieron entrenamiento
en la formación de hábitos para los 3 comportamientos
alimenticios, consumo de frutas y verduras, ingesta saludable entre
comidas y consumo de bebidas sin azúcar; a los participantes
de control (n = 68) se les pidió solo completar las medidas.
Resultados
del estudio:
En todos
los comportamientos de alimentación de los padres, la automaticidad
aumentó más en el grupo de intervención que en
el grupo de control (P 0.01 < para todos). Efectos significativos
de la intervención sobre la ingesta en niños de verduras
(P = 0.003), meriendas saludables (P = 0,009) y el agua (P = 0.032)
fueron observados.
Cambios
en la ingesta de alimentos de los niños se correlacionó
con cambios en la automaticidad de conductas de alimentación
de los padres y la aceptabilidad del programa fue alta.
CONCLUSIÓN
del estudio:
Una intervención
basada en el hábito modificó con éxito los comportamientos
de alimentación parental, afectando positivamente las dietas
de los hijos y fue bien recibida por los padres.
La teoría
del hábito proporciona una nueva herramienta prometedora para
apoyar la prevención de la obesidad basándose en la familia.
Este estudio fue registrado como ISRCTN09910187.
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