Un último estudio indica que la restricción calórica
no extiende la vida
Septiembre
2012 | Boletin
Mensual de Nutrición
La
restricción calórica ofrece beneficios a los
monos, pero no aumenta su esperanza de vida, sugiere un
nuevo estudio, lo cual socava la creencia de algunas personas de que
una dieta severamente restringida podría ayudarles a vivir
más tiempo.
Décadas
de experimentos han demostrado que la técnica conocida como restricción
calórica aumenta la longevidad en un 30% - 40% en ratones
criados en laboratorio y en ratas.
La idea
recibió un impulso significativo en el 2009, cuando los monos
Rhesus, que son genéticamente más cercanos a los humanos
que los roedores y también viven mucho tiempo, mostraron una
tendencia hacia una mayor duración cuando se alimentaron con
una dieta restringida en calorías, aunque esta afirmación
no quedó clara.
Los hallazgos
promovieron la idea atrayente de que podría ser posible
vivir más, simplemente limitando lo que hay en el plato.
Para aumentar
su esperanza de vida, miles de personas hoy en día reducen su
ingesta de alimentos hasta en un 30% por debajo de una típica
dieta de 2.200 calorías al día.
Las compañías
farmacéuticas están buscando fármacos que puedan
imitar los efectos saludables de una dieta escasa sin provocar una severa
sensación de hambre.
Los científicos
especulan con el hecho de que los beneficios de recortar las
calorías pueden estar relacionados con una respuesta
adaptativa: cuando hay una escasez de alimentos, un animal no puede
reproducirse y su proceso de envejecimiento se ralentiza.
Esto permite
ganar tiempo hasta que el alimento llega a ser abundante y de nuevo
se puede reproducir.
Sin embargo,
los datos más recientes, publicados online por la revista Nature
el 29 de Agosto, sugieren que la teoría no puede extenderse
fácilmente a las personas.
"Una
cosa que está cada vez más clara es que la restricción
calórica no es un santo grial para extender la vida útil
de todo lo que camina sobre la tierra", dijo Rafael de Cabo,
un gerontólogo experimental en el Instituto Nacional del Envejecimiento
en Baltimore, Maryland, EE.UU., y autor principal del artículo.
En el experimento,
dos grupos de monos, uno de edades entre 1 y 14 y el otro grupo con
edades entre 16 y 23, fueron alimentados con 30% menos de sus dietas
normales.
Sus resultados
se compararon con los resultados similares de dos conjuntos de control
de monos alimentados con una dieta que estaba más cerca de lo
normal.
Los monos
tratados, en ambos grupos de edad, vivieron no más que
sus homólogos no tratados.
Los beneficios
para la salud son desiguales.
Los machos
con una dieta restringida tuvieron significativamente más bajos
niveles de colesterol, pero no las hembras.
El recorte
de calorías parece haber reducido la incidencia de cáncer,
pero también provocó un ligero incremento en la
incidencia de enfermedad cardiovascular.
Un resultado
prometedor era que diversas enfermedades relacionadas con el envejecimiento
aparecían ligeramente más tarde en los animales
con restricción alimenticia.
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