¿Por qué preocuparse acerca de la sal?
Septiembre
2012 | Boletin
Mensual de Nutrición
¿Cuánto
sodio consume cada día?
Es
una pregunta fácil de contestar si usted es como la
mayoría de las personas; la respuesta es: mucho.
Posiblemente
usted consume mucha más sal que las actuales directrices sanitarias
recomiendan.
Nueve
de cada 10 personas comemos demasiada sal.
Nuestro
cuerpo trabaja para mantener un delicado equilibrio entre sodio y agua.
Cuando
comemos sal (sodio) el cuerpo tira agua a su interior o retiene el líquido
extra para mantener este equilibrio.
El exceso
de líquido aumenta el volumen de sangre. Si hay más líquido
en los vasos sanguíneos, hay más volumen de sangre
circulante, lo cual eleva la presión arterial.
Tener la
presión arterial alta aumenta el riesgo de sufrir un ataque al
corazón o un derrame cerebral.
Un estudio
publicado en la revista Stroke (derrame cerebral) relaciona la ingesta
elevada de sal con un aumento del riesgo de accidente cerebrovascular
o derrame cerebral.
El riesgo
de ictus o derrame cerebral aumentaba por cada 500 mg adicionales
de sal que los participantes en el estudio consumían en un
día.
Algo que
no es muy difícil de hacer, ya que una onza (28 gramos) de
queso procesado tiene 422 mg de sodio.
El cuerpo
necesita sodio, por lo cual la sal no es mala. Es la cantidad de sal
que comemos lo que es preocupante.
En los
países desarrollados de promedio se consume alrededor de 3.300
mg de sal al día, y las directrices sanitarias en la mayoría
de países recomiendan menos de 2.300 mg de sal al día.
Aquellos
de nosotros con 51 años de edad o más deberíamos
ingerir aún menos ,1.500 mg al día. Eso es un poco
más de 1/2 cucharadita de sal.
La lista
de alimentos salados parece obvia: patatas fritas, palomitas de maíz,
perritos calientes, sopas y otros alimentos enlatados. Sin embargo,
se esconde sodio en los alimentos que uno no se imagina.
Según
la agencia gubernamental americana CDC (Centros para el Control y la
Prevención de Enfermedades) los 7 alimentos con más
sal son: panes, pasteles, pizza, pollo, sándwiches, queso
y pasta
Más
del 40% de nuestra ingesta diaria de sodio viene de alimentos como estos.
Partiendo
del hecho de que el sodio está en todas partes, ¿cómo
se puede recortar?
Comience
por leer las etiquetas de los alimentos.
Mire la
cantidad de sodio por porción o ración, y también
fíjese en los porcentajes de asignación diaria recomendada
de sodio que lleva la etiqueta.
Considere
consumir productos etiquetados con los términos "sin
sal" o "sin sal añadida" o "bajo en sodio".
Incluso
si usted ha llegado a depender de la sal para mejorar el sabor de los
alimentos que come diariamente, puede desaprenderse de este hábito
poco saludable.
Es posible
entrenar a las papilas gustativas.
Si usted
reduce poco a poco la cantidad de sal en la comida con el tiempo la
comida no le sabrá sosa.
Habrá
educado a las papilas gustativas.
Por
favor suscribase a nuestro Boletin
de Salud