El
contenido de proteína de una dieta modula la respuesta
del cerebro a las señales de los alimentos.
Autores
del estudio:
Sanne
Griffioen-Roose,
Paul AM Smeets,
Emmy van den Heuvel,
Sanne Boesveldt,
Graham Finlayson, y
Cees de Graaf
Antecedentes
del estudio:
Las
proteínas son indispensables en la dieta humana, y su
ingesta parece estar estrechamente regulada.
El
papel de los atributos sensoriales de los alimentos en la regulación
de la ingesta de proteínas no está nada claro.
Objetivo
del estudio:
Se
investigaron los efectos de los niveles de proteína humana
en las respuestas neuronales a diferentes señales de
los alimentos con el uso de imágenes de resonancia magnética
funcional (fMRI).
Las
señales de los alimentos variaron por categoría
de sabores (dulce en comparación con salado) y por el
contenido de proteína (baja contenido en comparación
con alta contenido). Además, se midieron las preferencias
de alimentos y la ingesta.
Diseño
del estudio:
Se
utilizó un diseño cruzado aleatorio por el cual
23 mujeres sanas [edad media : 22 años ± 2 y;
media ± desviación estándar del índice
de masa corporal (en kg/m2): 22,5 ± 1,8] siguieron dos
intervenciones dietéticas de 16 días totalmente
controladas que incluían el consumo de una dieta baja
en proteínas (0,6 g de proteínas · kg de
peso corporal, aproximadamente la mitad de la ingesta normal
de proteína) o una dieta alta en proteínas (2,2
g de proteína · kg de peso corporal, aproximadamente
el doble de la ingesta normal).
En
el último día de las intervenciones, las respuestas
BOLD (Blood-oxygen-level dependent) Imágenes de contraste
dependientes del nivel de oxígeno en sangre para el olor
y la visualización de los alimentos visuales se midieron
mediante el uso de fMRI.
Imágenes
de contraste dependientes del nivel de oxígeno en sangre,
o una imagen de contraste BOLD, es un método utilizado
en imágenes de resonancia magnética funcional
(fMRI) para observar las diferentes áreas del cerebro
o de otros órganos, que se encuentran activas en un momento
dado.
Los
dos intervenciones fueron seguidas por una fase ad libitum de
un día, durante la cual una gran variedad de alimentos
estaba disponible y se midió la preferencia y la ingesta.
Resultados
del estudio:
Cuando
se expusieron los participantes a las señales de los
alimentos (en relación con la condición de control),
la respuesta BOLD fue mayor en las áreas relacionadas
con la recompensa (la corteza orbitofrontal, striatum) en un
estado de bajo consumo de proteínas que en un estado
de alto consumo de proteína.
Específicamente,
BOLD fue mayor en la corteza orbitofrontal inferior en respuesta
a las señales de los alimentos salados.
En
contraste, el contenido de proteína no modulaba la respuesta
BOLD. Un estado de baja proteína también aumentó
las preferencias por ingerir alimentos salados y una mayor ingesta
de proteínas en la fase de ad libitum en comparación
con un estado de alto valor proteico.
Conclusiones
del estudio:
Los
niveles de proteína modulan las respuestas cerebrales
en regiones de recompensa a las señales de los alimentos
salados.
Estos
nuevos hallazgos sugieren que el estado de proteína en
la dieta afecta a la categoría de preferencias gustativas,
lo cual podrían jugar un papel importante en la regulación
de la ingesta de proteínas en los seres humanos.
Este
ensayo se registró en www.trialregister.nl/trialreg/admin/rctview.asp?TC=3288
como NTR3288.