Una
baja ingesta energética, más un bajo gasto energético,
no un exceso de ingesta y gasto energético, predicen el aumento
futuro de grasa corporal.
Junio
2016 | Boletin
Mensual de Nutrición
El aumento
del gasto de energía (aumento del ejercicio) puede ser más
eficaz para reducir la grasa corporal que la restricción calórica
(reducción de la ingesta)
Estudio:
Una baja ingesta energética, más un bajo gasto energético(bajo
flujo energético ), no un exceso de ingesta y gasto energético,
predicen el aumento futuro de grasa corporal.
Autores:
David
John Hume3
Sonja Yokum4 y
Eric Stice4
3
División
de Ciencias del Ejercicio y Medicina Deportiva, Departamento de Biología
Humana de la Facultad de Ciencias de la Salud, Universidad de Ciudad
del Cabo, Ciudad del Cabo, África del Sur; y
4
Instituto
de Investigación de Oregon, Eugene, OR
2016 American Society for Nutrition
Resumen
del estudio:
Antecedentes:
Hay escasez
de estudios que hayan comprobado prospectivamente la teoría del
exceso de energía de la obesidad con el uso objetivamente estimado
del aporte calórico y del gasto energético en los seres
humanos.
Una teoría
alternativa es que la regulación homeostática del peso
corporal es más efectiva cuando el aporte y el gasto calórico
son ambos altos (flujo de alta energía), lo que implica que el
flujo de baja energía debe predecir ganancia de peso.
Objetivo:
El objetivo
fue examinar las relaciones predictivas del balance de energía
y del flujo de energía con futuro aumento de peso y comprobar
si los resultados eran replicables en 2 muestras independientes.
Diseño:
Adolescentes (n = 154) y mujeres en edad universitaria (n = 75) fueron
sometidas durante 2 semanas al método del agua doblemente marcada
, con el que obtiene un tipo particular de medición de la tasa
metabólica, en el que la tasa metabólica media se mide
durante un período de tiempo.
Se obtuvo
la tasa metabólica en reposo, y el porcentaje de de grasa corporal
al inicio del estudio. El porcentaje de grasa corporal se midió
anualmente durante 3 años en la muestra de adolescentes y durante
2 años en la muestra de mujeres en edad universitaria.
Resultados:
Un bajo
flujo energético, pero no un exceso de ingesta de energía,
predijeron los futuros aumentos de la grasa corporal en ambos estudios.
Por otra
parte, el alto flujo de energía (alta ingesta y alto gasto) apareció
evitar la acumulación de grasa en parte porque se asoció
con una mayor tasa metabólica en reposo.
Conclusión:
Contrario
al modelo de exceso de energía de la obesidad, los resultados
sugieren que el aumento del gasto de energía (aumento del ejercicio)
puede ser más eficaz para reducir la grasa corporal que la restricción
calórica (reducción de la ingesta), que es actualmente
el tratamiento de elección para la obesidad.
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