El
magnesio es el cuarto mineral más abundante en
el cuerpo.
Algo
más de la mitad del total de magnesio del cuerpo
está presente en los huesos, con la casi totalidad restante
en el interior de músculos y otros tejidos blandos.
Sólo
el 1% del magnesio está presente en la sangre.
El
magnesio participa en más de 300 reacciones bioquímicas
en el cuerpo y es crucial para la transmisión nerviosa,
contracción muscular, el tono vasomotor y el
metabolismo óseo.
Además,
el magnesio juega un papel importante en la regulación
de la presión arterial y el metabolismo de la insulina
y la glucosa.
Los
estudios epidemiológicos han asociado a una baja
ingesta de magnesio con resultados adversos para
la salud como resistencia a la insulina, síndrome metabólico,
diabetes tipo 2 , hipertensión, inflamación,
arritmias cardíacas y enfermedades cardiovasculares
Alimentos
ricos en magnesio incluyen granos enteros (cereales integrales)
, legumbres, nueces y verduras de hoja verde.
Una
baja concentración de magnesio en suero (el componente
de la sangre que no contiene ni glóbulos blancos ni glóbulos
rojos) puede ser un marcador de mala salud o enfermedad subyacente.
De
hecho, disminución de magnesio es algo
común en pacientes hospitalizados
La
excreción urinaria de magnesio se utiliza como un
marcador de riesgo de enfermedades del corazón.