Una
mayor duración habitual del sueño se asocia con
un menor índice de masa corporal y con hábitos
alimentarios favorables.
Título
del estudio:
La
duración habitual del sueño está asociada
con el índice de masa corporal (IMC) y la ingesta de
macronutrientes y puede ser modificada por variantes genéticas
Clock.
El
gen Clock (de sus siglas en inglés "Circadian Locomotor
Output Cycles Kaput") codifica una proteína implicada
en la regulación de los ritmos circadianos.
Un
ritmo circadiano es un proceso biológico que muestra
una oscilación endógena cronobiológica
de aproximadamente 24 horas.
Autores
del estudio:
Los siguientes 54 investigadores:
Hassan
S Dashti,
Jack L Follis,
Caren E Smith,
Toshiko Tanaka,
Brian E Cade,
Daniel J Gottlieb,
Adela Hruby,
Paul F Jacques,
Stefania Lamon-Fava,
Kris Richardson,
Richa Saxena,
Frank AJL Scheer,
Leena Kovanen,
Traci M Bartz,
Mia-Maria Perälä,
Anna Jonsson,
Alexis C Frazier-Wood,
Ioanna-Panagiota Kalafati,
Vera Mikkilä,
Timo Partonen,
Rozenn N Lemaitre,
Jari Lahti,
Dena G Hernandez,
Ulla Toft,
W Craig Johnson,
Stavroula Kanoni,
Olli T Raitakari,
Markus Perola,
Bruce M Psaty,
Luigi Ferrucci,
Niels Grarup,
Heather M Highland,
Loukianos Rallidis,
Mika Kähönen,
Aki S Havulinna,
David S Siscovick,
Katri Räikkönen,
Torben Jørgensen,
Jerome I Rotter,
Panos Deloukas,
Jorma SA Viikari,
Dariush Mozaffarian,
Allan Linneberg,
Ilkka Seppälä,
Torben Hansen,
Veikko Salomaa,
Sina A Gharib,
Johan G Eriksson,
Stefania Bandinelli,
Oluf Pedersen,
Stephen S Rich,
George Dedoussis,
Terho Lehtimäki, y
José M Ordovás
Resumen
del estudio.
Antecedentes:
La
corta duración del sueño se ha asociado con un
mayor riesgo de obesidad, hipertensión, diabetes y enfermedades
cardiovasculares.
Además,
variantes genéticas comunes en el gen Clock (de sus siglas
en inglés "Circadian Locomotor Output Cycles Kaput")
muestran asociaciones con la grelina (la "hormona del hambre")
y la ingesta total de energía.
Objetivo:
Se
examinaron las asociaciones entre la duración habitual
del sueño, índice de masa corporal (IMC), y la
ingesta de macronutrientes y se evaluó si las variantes
Clock modifican estas asociaciones.
Diseño:
Se
realizó un meta-análisis ponderado por la inversa
de la varianza usando modelos de efectos fijos de los resultados
de las asociaciones ajustadas de la duración del sueño
y el IMC y la ingesta de macronutrientes como porcentajes del
total de energía, así como las interacciones con
variantes Clock de 9 estudios de cohortes incluyendo hasta 14.906
participantes de ascendencia europea de las cohortes del CHARGE
Consortium, Cohortes de Corazón e Investigación
del Envejecimiento en Epidemiología Genómica.
Resultados:
Se
observó una asociación significativa entre la
duración del sueño y menor IMC en el conjunto
de la muestra; sin embargo, las asociaciones entre la duración
del sueño y la ingesta relativa de macronutrientes solamente
fueron evidentes en análisis estratificado por edad y
sexo.
Se
observó una asociación significativa entre la
duración del sueño y la ingesta inferior de ácidos
grasos saturados en adultos jóvenes (de 20 a 64 años)
y con la baja ingesta de carbohidratos en personas mayores (65-80
años de edad) y en mujeres.
Además,
se observaron las siguientes 2 interacciones nominalmente importantes:
entre la duración del sueño y el gen rs12649507
en la ingesta de ácidos grasos poliinsaturados y entre
la duración del sueño y el gen rs6858749 en la
ingesta de proteínas.
Conclusiones:
Nuestros
resultados indican que una mayor duración habitual del
sueño se asocia con un menor índice de masa corporal
y hábitos alimentarios favorables por edad y sexo.
Las
diferencias en la ingesta relativa de macronutrientes específicos
asociados con la duración del sueño podría,
al menos en parte, explicar las asociaciones previamente reportadas
entre la duración del sueño y las alteraciones
metabólicas crónicas.
Además,
la influencia de las variantes CLOCK asociadas a la obesidad
en la asociación entre la duración del sueño
y la ingesta de macronutrientes sugiere que una mayor duración
habitual del sueño podría mejorar la predisposición
genética a la obesidad a través de un perfil dietético
favorable.